Pop-up bookstores

Publicado el 07 octubre 2014 por Jamesnava123

Una de las estrategias de marketing y promoción que más interés concita en Estados Unidos (en España también está en pleno auge) en el sector de los libros, son los denominados Pop-up bookstores, o tiendas de libros emergentes, que consiguen concentrar y aprovechar mejor los recursos de la editorial así como ofrecer una imagen distintiva con una fuerza visual y comercial muy poderosa.
Los Pop-up bookstores es una tendencia comercial muy competitiva que se basa en tiendas con un período de funcionamiento limitado en el tiempo y el espacio. Tiendas que se abren en lugares estratégicos por fechas determinadas y cierran concluido un tiempo. El objetivo es ocupar una tienda, montar una librería con escaparates vistosos, sorprender al público, vender todo lo posible (esto es lo esencial), desmontar, cerrar, y marcharse a otro lugar.
Es un nuevo concepto de venta que permite la promoción exclusiva de un solo autor o del catálogo de una editorial en plan monográfico. En cada ocasión el Pop-up bookstore puede tener un diseño distinto y ocupar lugares emblemáticos de las ciudades. La idea es sorprender a los lectores, haciendo una llamada distinta e innovadora. La tienda puede incorporar infinidad de alicientes, además de los libros: al autor firmando ejemplares, a la autora haciendo un insinuante striptease, al dueño de la editorial peloteando a los medios de comunicación para que lo saquen en las noticias, una sección para degustación de café mientras se revisan los libros, unas azafatas sexys que agraden la vista de los clientes, publicidad a trote y moche, marcapáginas gratis, besos gratis del autor, caramelos gratis, y charla gratis.

La experiencia de compra en un Pop-up bookstore es siempre algo diferente en cada ocasión, sorprendente y poniendo al alcance de los lectores esos libros que andan buscando, pero todos juntos, en plan espectacular.
Un autor y una editorial con un Pop-up bookstore propio es una de las estrategias más novedosas en marketing librero. Imagínese: Quinta Avenida o Paseo de la Castellana…..el Pop-up bookstore de Sniper Books o de quien se le ocurra. El no va más.
Además, estas tiendas de poner y quitar en un pispás tienen la ventaja de que sirven lo mismo para un roto que un descosido. Lo mismo para vender que para promocionar, hacer migas con los lectores, o agasajar a los periodistas. Es un escaparate brutal.
El pop up store ofrece infinitas posibilidades: exponer y vender la obra de un solo autor (¡me lo pido!), hacer jornadas de firmas de libros en épocas señaladas (Navidad, Feria del Libro, el cumpleaños del autor, el día que conseguiste esa cita con la azafata sexy…en fin….lo que sea), compartir la tienda entre dos editoriales que se llevan chachi, o entre escritor y escritora (para equilibrar el género…).
Lo dicho, los pop up bookstores ya llevan más de una década presentes en el mercado norteamericano y ahora penetran con fuerza también en países como España, Gran Bretaña u Holanda.

Uno de los aspectos positivos de estas tiendas es que la editorial o el autor pueden permanecer una semana entera, por ejemplo, interactuando con los lectores, firmando ejemplares, haciendo lecturas, informando de novedades y proyectos, explayándose en cotilleos varios, dando alguna conferencia, retransmitiendo vía lifestream en Internet algunos de estos actos, y lo que haga falta.
Las sinergias de ventas y de promoción en los medios es una de las fórmulas más exitosas para dar a conocer un libro, un autor o una editorial.
El fenómeno de los pop up bookstores ofrece una cantidad ilimitada de nuevas estrategias de marketing, ayuda para generar lo que los expertos llaman ‘branding’ o imagen de marca, e interacción con los lectores, que redundan en las ventas y en la reputación comercial. Voy a ver si convenzo a mi editorial para que me monte una o unas cuantas. ¡Con lo bien que lo íbamos a pasar!
Recuerden, la clave para un pop up bookstore de éxito se encuentra en ofrecer al cliente una experiencia única a la hora de comprar, una puesta en escena que impacte y sorprenda, y libros de calidad, exclusivos, que el lector sepa que son difíciles de conseguir, y esa es una buena oportunidad para llevárselos, quizá incluso firmados y dedicados por el autor. La localización de la tienda es otro de los factores a tener en cuenta, así como la decoración y el servicio de atención al cliente. Lograr un ambiente cálido y relajado es importante a nivel sensorial para que los compradores estén más predispuestos a comprar, pero también para pasar un rato inolvidable.
El complemento ideal para los pop up bookstores es darlos difusión a través de las redes sociales y el tradicional boca a oreja. El resultado permitirá atraer a los lectores y generar repercusión mediática, algo siempre beneficioso para la editorial y el autor, proporcionándoles el anhelado conocimiento de marca.