Eran poco más de las diez y media cuando llegamos a Anchor Bay, lugar donde se encuentra Popeye Village. Bordeamos el poblado para tener una vista panorámica de la bahía y desde lejos, vemos como el día ya ha comenzado en el poblado: Popeye y Olivia reciben a los visitantes con un animado baile. Y es que la jornada en Popeye Village es un no parar, multiples actividades desde la hora de apertura hasta el cierre mantienen entretenidos a niños y adultos, involucrando a todos por igual en el espectáculo.
Para llegar hasta el parque de Popeye tomamos el 222 hasta Ghadira, en Mellieha Bay y desde allí el 237, que pasa cada hora y te deja en la puerta de Popeye Village. No está mal comunicado, ya que hasta Mellieha llegan también el 37, 41, 42 y 221 aunque algo saturado sobre todo a la vuelta. El parque ofrece un servicio de transporte privado que hay que reservar con antelación, que puede ser una opción recomendable para quienes prefieran evitar esperas y aglomeraciones en transporte público.
Nada más entrar presenciamos la victoria de Popeye frente a Brutus y el primer beso de su amada Olivia… ¡pobre Brutus, ha caído derrotado después de que Popeye tomara su lata de espinacas! Os lo contamos en directo desde twitter, gracias al wifi gratuito todo el recinto. Continuamos el paseo visitando los decorados de la película: la escuela, el dentista, la panadería, la carpintería… algunos decorados sólo se visitan, otros se han reconvertido en zona de juegos infantiles con minigolf, tiro al blanco, manualidades… el caso es que los visitantes estén entretenidos cada minuto realizando actividades de diversa índole.
Casí sin darnos cuenta nos vemos inmersos en el rodaje de una película. Pensábamos que comenzaba una actuación y nos sentamos a verlo, pero rápido nos disfrazaron y pasamos un buen rato de rodaje interactuando con Popeye, Brutus y Olivia. Unos minutos después estábamos sentados en la sala de comics viendo nuestra propia película… ¡totalmente recomendado para las familias! Los niños se divierten muchísimo viendo a los padres actuar junto a ellos y si quieres, luego puedes llevarte el DVD a casa, con el nombre de todos los actores en la carátula.
Pasamos por la tienda de souvenirs y también por el cine, donde vimos un reportaje sobre Popeye Village y el rodaje de las películas, con Robin Williams y otros actores. El día es muy caluroso y con el agua tan cerca apetece darse un baño en la playa o en la piscina, pero preferimos parar antes a comer algo para reponer fuerzas. Hay una cafetería donde venden helados, patatas fritas y sandwiches, pero además un restaurante para tomar los auténticos macarrones con espinacas, la comida de Popeye, o las hamburguesas de carne y pollo de Pilón.
Somos más de Pilón que de Popeye, así que elegimos hamburguesa y mientras esperábamos nuestros platos, Brutus nos retó a adivinar cuantas piedras tenía en un cubo y también jugamos al Bingo con Popeye. Al finalizar eran casi las tres de la tarde y justo a esa hora salía el barco, así que no dejamos escapar la ocasión y nos subimos. En el precio de la entrada el parque te ofrece una vuelta en barca de 15 minutos por la bahía.
Llegamos justo cuando comenzaba el aquagym pero preferimos darnos un baño. Las tumbonas y sombrillas son gratuitas en todo el recinto, así que dejamos nuestras cosas en una y nos fuimos al agua. Visitamos la cascada y también los toboganes de agua que hay en el recinto, aunque al final no fuimos a la piscina. Desde allí veíamos a Popeye y Olivia que seguían interactuando con todos los que pasaban, bailando y jugando con los niños… ¡geniales ambos!
Llegó la hora de irnos para no perder el último autobús que nos bajará hasta Mellieha. Nos despedimos de los personajes y dejamos constancia de nuestra visita al parque en el Log Book, a la salida del parque. Ha sido un día largo y agotador, pero también muy divertido. Los actores del parque hacen un trabajo excepcional y sus personajes están muy logrados, en todo momento se esfuerzan por implicar a todos en las actividades y siempre tienen unas palabras para atraer la atención de los visitantes. Un 10 por ellos.
Ahora sí que podemos decir con garantías que Popeye Village es una visita imprescindible durante vuestras vacaciones familiares en Malta.