Por cada dólar invertido en la construcción de ciclovías, las ciudades pueden ahorrar hasta 24 dólares, gracias a la reducción de los costos de atención de la salud, la contaminación y el tráfico, según un estudio publicado por unos investigadores de Nueva Zelanda para la revista científica estadounidense "Environmental Health Perspectives", del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental.
"En la época actual, en donde la mayoría de las ciudades están dominadas por los vehículos, es fácil justificar el dinero gastado en nuevas carreteras para el creciente uso del automóvil, a pesar del impacto negativo que aporta al medio ambiente y la salud de las personas, ahora y en el futuro", explica Alexandra Macmillan, autora principal del estudio, de la Universidad de Auckland, en una entrevista al sitio Co.Exist. "Queríamos explorar algunas opciones políticas que sean realistas, asequibles, transformadoras y saludables", añade.
En el artículo "Los costos sociales y beneficios de la bicicleta: simulando los efectos de políticas específicas a partir de sistemas de modelos dinámicos", seis investigadores analizaron la ciudad de Auckland, la más grande de Nueva Zelanda, usando métodos de agencias de transporte local para el cálculo de índices indicativos de la relación calidad-precio en dólares neozelandeses para diferentes inversiones en ciclovías.
"En nuestros presupuestos de modelos primarios, los beneficios de todas las políticas de intervención superan a los daños, entre 6 a 24 veces", concluyen los investigadores en el artículo.
"Se estima que estos cambios traerían grandes beneficios para la salud pública en las próximas décadas, decenas de dólares por cada dólar gastado en infraestructura. Los mayores beneficios son la reducción de la mortalidad por todas las causas", completan.
Además, los autores también observaron que si el Ayuntamiento de Auckland construyera una red de ciclovías segregadas y disminuyeran las velocidades de tránsito, tales medidas podrían aumentar el ciclismo en un 40% para el 2040. Sin embargo, si optaran por añadir ciclovías sólo en unos pocos puntos estratégicos, esto sólo aumentaría el ciclismo en un 5 %.
Aunque hay estudios que demuestran que el ciclismo nos hace más feliz, más saludables e incluso aumenta la rentabilidad de las empresas locales, este estudio es el primero en concluir que las inversiones en infraestructura para bicicletas pueden traer beneficios financieros a la ciudad a largo plazo, más allá del bienestar físico, social y ambiental.
Aunque el estudio se centró en Auckland, los investigadores creen que los principios generales se aplican a otras ciudades donde los vehículos dominan. "Auckland es muy similar en diseño y en transporte a muchas ciudades de Estados Unidos, por lo que esperamos que nuestros resultados sean también relevantes para otros lugares", dice Alexandra MacMillan.