Por culpa de la tecnología los niños son cada día menos listos y más depresivos

Por Qhacerconninos @QHacerConNinos

Leo en varios artículos que los hijos de los gurús de Silicon Valley - zona al sur de la Bahía de San Francisco, donde han nacido o figuran los gigantes de la tecnología digital como Google, Apple y Microsoft - llevan a sus hijos a colegios sin pantallas, sin ordenadores, tablets, o teléfonos móviles hasta la secundaria. Ni siquiera calculadoras, sino sencillos ábacos de madera.

Hablamos de colegios como el Waldorf of Peninsula, cuya matrícula anual asciende a 30.000 dólares y donde el comité de padres de familia suele estar integrado por ingenieros o programadores que son sumamente estrictos sobre el tiempo de pantalla de sus hijos.

¡Toma ya! O sea que los tipos que desarrollan todas las aplicaciones, sistemas informáticos, aparatos o programas de entretenimiento digital y que se forran a costa de los mortales comunes, reniegan de la utilización de lo que ellos nos venden y les hace multimillonarios. Vaya. Estoy visualizando una conversación imaginaria entre padre e hijo, digamos de cualquiera de los fundadores de una de estas compañías aludidas.

  • ¡Por dios no toquéis esos endiablados equipos electrónicos! ¡Son peligrosísimos¡
  • Pero papá, si ese programa lo inventaste tú.
  • ¡Por eso hijo, por eso te lo digo!

No recuerdo el nombre de un magnífico documental que vi en Documentos TV en el cual diseccionaban los peligros de la invasión en nuestras vidas de la tecnología, y en la que Lou Montulli, el inventor de elementos clave del marketing de Internet como las cookies, renegaba de ellas y se arrepentía casi como si hubiera creado la primera bomba nuclear.

Cuando los que inventaron todos estos 'cacharros' los repudian está claro que ya estamos perdidos. La tecnología nos invade hasta tal punto que no tenemos privacidad (aunque lo desconozcamos), las compañías nos tienen perfilados y saben lo que deseamos y como influenciarnos para que lo compremos. La mayoría de las costosísimas apps son gratis. Y como se dice en marketing, cuando un producto es gratis es que el producto eres tú. Si esto nos afecta a los adultos, imaginaros de que forma incide entre los 'nativos digitales'.

Menos inteligencia y más problemas psicológicos

El último libro del neurocientífico Michel Desmurget, director de investigación en el Instituto Nacional de la Salud de Francia, cuenta con datos contundentes cómo los dispositivos digitales están afectando gravemente al desarrollo neuronal de niños y jóvenes.

Y una de las consecuencias es el retroceso por primera vez en un siglo del coeficiente de inteligencia de la generación de los nativos digitales frente a las anteriores. Hasta ahora, en muchas partes del mundo el coeficiente intelectual aumentaba de generación en generación según lo que se le llamó el 'efecto Flynn', en referencia al psicólogo estadounidense que describió este fenómeno.

Pero esta tendencia comenzó a invertirse en varios países en los que estos 'nativos digitales' son los primeros niños que tienen un coeficiente intelectual más bajo que sus padres.

Diversos estudios han demostrado que cuando se incrementa el uso de la televisión o los videojuegos, el coeficiente intelectual y el desarrollo cognitivo disminuyen.

Y esto afecta al lenguaje, la concentración, la memoria o la cultura. Hablamos de una disminución en la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y el desarrollo emocional. Me refiero a que cada vez empleamos menos tiempo en leer, en el arte, en la música o en el deporte.

Y tanta tecnología afecta en la interrupción del sueño, que se acorta cuantitativamente y se degrada cualitativamente; provoca una sobreestimulación de la atención, lo que conlleva trastornos de concentración, aprendizaje e impulsividad y genera una subestimulación intelectual, que impide que el cerebro despliegue todo su potencial. Además, favorece un estilo de vida sedentario excesivo que influye en el desarrollo corporal y en la maduración cerebral.

Efectos en el desarrollo emocional

Para los más mayorcitos, me refiero a los adolescentes, los efectos emocionales están siendo devastadores. Los jóvenes pasan entre 4 y 7 horas diarias delante de un dispositivo digital, fundamentalmente con las las redes sociales, los videojuegos o Youtube. Es una auténtica lacra y los efectos están siendo devastadores entre nuestra juventud. En Estados Unidos un estudio reconoce que los adolescentes están incrementando sus problemas psicológicos: ansiedad, insomnio, disminución de la autoestima o insomnio. Especialmente acusado entre las adolescentes donde una de cada cinco tienen o han padecido estos problemas.

Está claro que la presión que impone las redes sociales por se la más guapa, la más divertida, la que tiene más 'likes' tienen que ser horrorosa. La búsqueda del reconocimiento permanente de los demás puede ser una sobrecarga tremenda para mentes que todavía no están formadas. No entro ya en los peligros que genera el 'bullying virtual'.

Es obvio que la tecnología es un medio con el cual se pueden obtener multitud de beneficios para el futuro de nuestros hijos. Pero también que es un medio, no un fin. Y, especialmente en España, donde la mayoría de los contenidos que utilizan nuestros hijos son eso: 'contenidos basura' que provocan todos los problemas que hemos detallado, y algunos más que nos hemos dejado, y que hacen consumir una enorme cantidad de tiempo.

Si los que saben de esto de la digitalización ponen trabas a sus hijos en su uso, será por algo. No tengo una respuesta pero lo que está claro es que cuantas más actividades off line hagamos con los peques, menos se engancharán a las on line. Y si no sabéis como hacerlo...en nuestras páginas tenéis un montón de ideas y planes.

P.D. Esta marea nos afecta a todos. Por favor dale un 'like' si te ha gustado el artículo.