Dicen que la causa de esta crisis ha sido que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Que hemos querido más y más y más y no podíamos permitírnoslo. El que esté libre de pecado… Pero hoy no quiero hablar de esa crisis económica sobre la que ya tanto se ha escrito. Hoy quiero tratar sobre la crisis de identidad personal, profesional, existencial y, por que no, hasta de fe en nosotros mismos por la que parece que todos estamos atravesando de alguna manera.
Ya sea por motivos económicos, laborales, familiares, sentimentales, de conciencia… Lo cierto es que parece que hoy todos somos un poco más pesimistas, más infelices y más dramáticos que ayer. Que hemos pasado de ’vivir por encima de nuestras posibilidades’ a vivir ’por debajo de nuestros sueños’. Y no creo que tenga nada que ver con la falta de liquidez. ¿Dónde quedaron los sueños de tener una vida plena, de triunfar profesionalmente, de sentirse orgulloso y satisfecho del trabajo que realizamos, de luchar por esa persona que tanto te hace sentir…? Nada de eso ha estado nunca ‘por encima de nuestras posibilidades’.
Nos hemos vuelto perdedores, o quizás sólo conformistas. ‘Es lo que hay’. Una frase que hoy se oye mucho y que, a pesar de que no dice nada, lo resume todo. No hay ganas de luchar ya por nuestros sueños.
Hoy un amigo me decía que se había dado cuenta de que se quejaba demasiado cuando no era para tanto (y sí que tiene motivos). Se había prometido a partir de ahora quejarse un poco menos. Yo a cambio le decía que intentaría cambiar mi actitud conformista por una algo más ‘ambiciosa’. ”Pensar en positivo atrae lo positivo”, dicen. ”Cree que puedes conseguirlo y lo conseguirás”. Dos cambios ínfimos de actitud pero que nos supondrán a ambos mucho esfuerzo, dedicación y ganas que seguramente no tengamos.
Muchos dirán que ya tienen suficiente con sobrevivir, yo diría malvivir. Salimos a la calle a luchar y protestar por todo lo perdido a causa de la crisis y los políticos. Pero, ¿luchamos por lo que nosotros mismos hemos dado por perdido? ¿Qué somos si al menos no intentamos conseguir lo que siempre hemos anhelado?