La eterna pregunta del millón de dólares: ¿Por dónde empiezo mi novela?
Antes de empezar, hay ciertas pautas que deberás determinar antes:
- ¿Qué historia quieres contar? ¿A qué género pertenece?
- ¿Quién será el protagonista de tu historia? ¿Quién el antagonista?
- ¿Dónde transcurre la historia?
- ¿Cómo se desarrolla el conflicto de la trama principal?
- ¿Por qué ocurre esto y por qué a este personaje?
Una vez tenemos estos 5 puntos clave en mente, podemos pasar a las siguientes preguntas:
- ¿Qué personajes secundarios incluye la trama?
- ¿Existen subtramas de otros personajes o del mismo protagonista?
- ¿Por qué mi antagonista es antagonista? ¿Qué lo ha llevado a esa situación?
- ¿Cómo resuelve el conflicto el protagonista y cómo termina la historia?
- ¿Y si la historia fuera diferente?
Es importante tener todas estas cosas claras, y por supuesto te puedes hacer muchas más preguntas, aunque temas como el final pueden revelársete más adelante o incluso ser modificados sobre la marcha. Lo ideal es hacerse un mapa conceptual, un esquema, una escaleta, e ir siguiendo paso a paso. Hay mil formas de hacerlo, puedes buscar ayuda en Internet o puedes crearte un método de trabajo propio. Yo prefiero el mío, porque voy más a mi aire y me aclaro mejor conmigo misma:
Me organizo de la siguiente manera:
- Arriba, la línea argumental de la protagonista. Los acontecimientos escritos en rojo son giros importantes en la historia.
- Los diferentes colores que van apareciendo bajo ella son los personajes secundarios, su vida antes de encontrarse con ella y su vida a partir de ella.
- Abajo, la línea argumental de la protagonista, una vez más.
- A tiempo real junto al avance de la protagonista, los tres colores restantes son los antagonistas; qué hacen, dónde y con quién.
- La franja roja significa en qué parte de la historia estoy.
- Los recuadros bordeados son escenas de un mismo capítulo y los recuadros blancos anotaciones para el capítulo, detalles.
Pero como este hay mil métodos más, sólo debéis de encontrar el vuestro.
Finalmente, y para acabar, el mejor consejo que he escuchado nunca a la hora de empezar a escribir finalmente esa novela: Busca una primera escena que enganche al lector. Empieza en mitad de una acción, ya sea un crimen sin resolver, el asedio a un castillo, el robo de un bolso o una escena de sexo… La que prefieras, pero piénsala muy bien. Porque si empiezas a hablar del tiempo o del mobiliario, o simplemente te paras en largas descripciones, el lector se dispersará. Engánchalo, capta su atención. Y a partir de esa escena será tuyo.
Saludos,