Valles profundos regados por cursos fluviales -Bembézar, Guadiato y Retortillo- que transcurren encajonados entre gargantas de paredes verticales.
Una densa vegetación mediterránea que recuerda cómo debieron ser los primitivos bosques de buena parte del país.
Dentro de este parque natural el río Bembézar drena la mayor parte del espacio, además de numerosos arroyos y embalses.
Pasear por los diferentes senderos que ofrece el parque nos permite descubrir lugares llenos de encanto.
Dehesas donde corretea el cerdo ibérico, áreas de descorche tradicionales, cielos llenos de buitres leonados, águilas reales y cigüeñas negras son sólo algunas de las maravillas que allí nos esperan.
El sendero que recorre el Bembézar es un recorrido fácil y de una duración de cuatro horas. La ruta comienza en la margen izquierda del embalse y discurre a un lado del río En este sendero descubrimos el Seminario de los Ángeles y la Peña del Fraile.