¿Cómo puede atribuirse un estado el derecho de imponer sus reglas por encima de las elecciones responsables y concientes de unos padres?
¿Cómo es posible qué esto suceda y no sea calificado de dictadura?
¿Cómo puede ser que los padres sólo tengamos derecho a educar a nuestr@s hij@s cuando el sistema escolar nos lo permiten, cuándo la jornada escolar se termina?
¿Por qué la diversidad es “castigada” y el mundo sólo es tranquilamente habitable si sigues el sendero marcado?
¿Cómo puede ser que el mensaje que se da desde el estado es que otros piensan mejor por ti que tu mismo, que lo ideal es ceñirse al estándar y cumplir las normas, aunque no las compartamos?
¿Cómo es posible que se priorice la norma antes que el respeto y el amor desde el que los padres nos vinculamos con nuestr@s hij@s y las elecciones que desde ese lugar tomamos?
Sin duda alguna me solidarizo con los padres españoles que eligen educar sin escolarizar y me uno a esta iniciativa de Silvia
L@s invit@ a unirse también, más allá de la postura personal que cada uno pueda tener frente a esta opción, porque fallos como éstos son un atropello a la libertad e individualidad, atentan contra nuestro derecho a pensar y elegir responsablemente.