Pues eso: siempre que los libros que uno quema sean suyos, y que lo haga en un lugar donde no cause peligro de incendio o un posible daño contra las personas, uno tiene el derecho a expresar sus opiniones como le dé la gana, sea quemando Coranes, o Apocalipsis de San Juan (¡qué coñazo!), o el Libro Rojo de Mao, o los libros de matemáticas del curso pasado, o libracos de caballerías (¡a la hoguera con ellos, bachiller Carrasco!).Se supone que lo que diferencia la civilización occidental es, entre otras cosas, la libertad de expresión, ¿no?.En todo caso, podemos aplicar aquí la vetustísima Lex Talionis: si queman tu libraco favorito, eso te da (o, en realidad, te recuerda) tu inalienable derecho a quemar el libro favorito de pirobibliómano que comenzó con la fiesta buñoliano-fallero-gutenbergiana..
POR EL DERECHO A QUEMAR EL CORÁN (Y LA BIBLIA, Y EL LIBRO ROJO DE MAO, Y LOS LIBROS DE MATEMÁTICAS DE 4º DE LA ESO)
Publicado el 13 septiembre 2010 por JesuszamorabonillaPues eso: siempre que los libros que uno quema sean suyos, y que lo haga en un lugar donde no cause peligro de incendio o un posible daño contra las personas, uno tiene el derecho a expresar sus opiniones como le dé la gana, sea quemando Coranes, o Apocalipsis de San Juan (¡qué coñazo!), o el Libro Rojo de Mao, o los libros de matemáticas del curso pasado, o libracos de caballerías (¡a la hoguera con ellos, bachiller Carrasco!).Se supone que lo que diferencia la civilización occidental es, entre otras cosas, la libertad de expresión, ¿no?.En todo caso, podemos aplicar aquí la vetustísima Lex Talionis: si queman tu libraco favorito, eso te da (o, en realidad, te recuerda) tu inalienable derecho a quemar el libro favorito de pirobibliómano que comenzó con la fiesta buñoliano-fallero-gutenbergiana..