Si hay algún lector que aún toma la seguridad de Occidente muy en serio (me temo que formo parte de una minoría visible), la forma en la cual el tirano ruso, Vladimir Putin, ha conseguido arrebatar tierras en Crimea debería, en un mundo ideal, servir como un claro aviso para la OTAN.
Sin embargo, a juzgar por el tono de la música emanando de los “líderes” (uso el término libérrimamente) occidentales en la Haya esta semana, la probabilidad de que la OTAN tome medidas para disuadir al “macho” de Moscú para que no cometa más agresiones militares en la Europa central no parece ser muy, digamos, alentadora.
Obviamente, me parece muy positivo expulsar a Putin del G-8. Es un paso necesario y ya tardaban. Pero no servirá para disuadir a un loco egomaniaco que cree que su destino, cree que ha nacido para reconstruir el imperio ruso, aún si eso significa acosar a los débiles vecinos de Moscú, usando tácticas criminales.
Pero si de verdad vamos en serio y queremos impedir que el dictador ruso siga por ese camino, es obviamente necesario tener una serie de medidas disuasorias para impedir que continúe por ese camino tan peligroso para nuestros intereses.
Ese es el papel que debe jugar la OTAN, en teoría. Su existencia, por cierto, se sostiene precisamente sobre su capacidad para proteger a todos sus estados miembros de ataques externos.
Vivimos en una época perniciosa, de debilidad en Occidente, con un Obama que ni se interesa por mantener la alianza transatlántica que ha mantenido la paz mundial y el orden desde la IIª Guerra Mundial. Teniendo en cuenta que nuestros gobiernos occidentales (incluido el de EEUU), han decidido optar por ser débiles y reducir el gasto militar así como el gasto en defensa, han ignorado contemplar estrategias reales y los augurios no son nada buenos.
Cuand ns enfrentamos a una crisis, la posición estándar de la OTAN y sus estados miembros, como vimos con el tema de Libia y Siria, es discutir sobre cómo responder, en vez de buscar soluciones concretas que protejan sus intereses.
Pero si los líderes no consiguen consensuar una respuesta agresiva y proactiva contra las agresiones militares ilegales de Putin, deberían de verdad salir del armario, disolver la OTAN y entonces “negociar” con Moscú sobre la “libertad”.
De momento, hay señales positivas — expulsión del G-8. Pero quiero ver más medidas contra el régimen de Putin. Esto para mí es algo también muy personal: no puedo aceptar vivir en un mundo en el que Rusia y China, con aliados iraníes terroristas, entre otros indeseables, dominen el mundo y a los que añoren ser libres. Prefiero pegarme un tiro en la cabeza, suicidarme, si llegásemos a un mundo en el que vivimos bajo una dictadura mundial dominada por Rusia y sus aliados.
Es la 1:40 de la madrugada en un pueblo cerca de Nueva York ciudad. No he parado de dar vueltas y vueltas por el jardín húmedo y oscuro de esta casa intentando pensar en ideas para lo que está pasando. El frío me agrede pero me ayuda a pensar porque la sangre sube al cerebro cuando no tienes mucho en el estómago y aquí cenamos al estílo puritano: muy temprano.
Señores, yo no voy a defender una postura de “diálogo” con la Rusia de Putin jamás. La única forma para bloquear las aspiraciones Putinianas en la periferia inmediata de Rusia es que Occidente también juegue con una estrategia de largo plazo. Esto significa tomar medidas que demuestren sin lugar a dudas a los rusos que su líder NO será aceptado aquí, que su cosmovisión y objetivos, así como sus métodos para conseguirlos, van a debilitar definitivamente a Rusia, y aislarles. Tengo alumnos rusos y se lo he dicho a ellos. Tienen miedo por sus visados en estos momentos, pero apoyan la libertad y estoy con ellos. No confundamos al pueblo ruso con Putin necesariamente. Muchos rusos están con nosotros en Occidente, al igual que estuvieron cuando sufrieron el comunismo soviético repugnante.
El gobierno ruso está ladrando y Occidente no está percatándose de la amenaza. La dependencia europea al petróleo ruso debe reducirse y quiero ver sanciones económicas notables impuestas por EEUU y sus aliados,aún sabiendo los costes que eso conlleva para nuestras poblaciones. ¿No estáis hechos para el sacrificio, verdad? ¿Qué ha pasado que sois tan blanditos, señores? Qué mal preparados estáis para momentos de crisis y escasez. Tenemos el deber de defender nuestros principios, nuestra civilización y nuestros intereses contra un enemigo, contra enemigos como Putin, Irán, China o Siria (entre muchos).
Los aliados de la OTAN que tengan fronteras con Rusia deben ser reforzados militarmente y apoyados por la alianza de Occidente. El presupuesto de defensa americano debe ser restaurado al nivel de años anteriores y el Pentágono necesita más recursos monetarios y apoyo moral. La presencia militar americana en Europa debe aumentar, no reducirse como ha estado haciendo el presidente Obama. Ayer le escribí una carta al presidente Obama y se la he enviado por fax en el nombre de las juventudes republicanas de Nueva York. Con todos mis respetos a Obama, porque es el PRESIDENTE de esta gran república, el señor presidente electo debe darse cuenta de la amenaza real.
Tranquilos – los americanos puede que lleguen tarde, pero harán lo correcto cuando la cosa se ponga demasiado fea. Fíate del pueblo americano siempre que hará lo correcto. Por suerte, esto no es Europa. EEUU ha tenido épocas oscuras, pero en general, su trayectoria en el mundo es tremenda y positiva.
Hay que forjar acuerdos con Ucrania, Georgia y Latvia. Nadie quiere otra Guerra Fría, ni mucho menos un enfrentamiento militar. Yo quiero que Rusia sea un amigo, de verdad. Me considero un gran amigo de Rusia y de los rusos. Tengo un montón de amigos rusos en Nueva York. Es un país precioso, impresionante. El problema es Vladimir Putin – es él el que no quiere amistad ni diálogo. Putin ha cruzado una línea roja – el derecho de que los estados soberanos elijan con quién se van a aliar y en qué condiciones, cómo negociar con ellos, etc, sin interferencias de Rusia.
Las acciones agresivas y arrogantes de Vladimir Putin exigen que los líderes occidentales piensen en términos estratégicos y militares, con un liderazgo valiente y una resolución de hierro — AHORA.
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Anuncio: Mañana jueves estaré en la calle 64 y la Quinta Avenida, para hablar sobre los parques de NY y cómo mantenerlos cerrados a gente desordenada. Recordad siempre que soy un hombre de orden, cristiano y protestante. A lo mejor mis criterios son chocantes, pero no hay duda de que generan debate.
Un gran saludo a todos y ojalá pronto podemos tomar una copa de victoria contra Putin.