Empezamos temprano por la mañana con el pequeño grupo de gaviotas presente en la playa del Arbeyal, con mayoría de la especie local gaviota patiamarilla Larus michahellis, como esta adulta, acompañada en segundo plano por la bonita gaviota reidora Chroicocephalus ridibundus.
También pudimos ver diversas jóvenes del año de gaviota patiamarilla y contrastar su plumaje con el de otras especies. En la siguiente foto se observan dos juveniles, y es una pena que no se aprecie el ejemplar que está junto a ellas, un juvenil de gaviota argéntea Larus argentatus, aunque sí es muy notable su pico bicolor.
Y aunque ya me estoy adelantando también las pudimos comparar con juveniles de gaviota sombría Larus fuscus. Digo que me adelanto porque las dos siguientes de la foto son dos jóvenes de gaviota sombría fotografiados a la tarde en el parque de Isabel la Católica (foto mía).
Después de estar un rato en el Arbeyal nos desplazamos cerca, a la explanada de la Figar, donde también había un grupo de gaviotas, como esta adulta de gaviota sombría invernante en Gijón y anillada por Paul Veron en las islas del Canal, foto cedida por mi amiga Anabel.
Ya al mediodía nos desplazamos a la otra parte de Gijón, a la zona del Rinconín. Una vez aquí es inevitable sustraerse al gran encanto que provocan los vuelvepiedras Arenaria interpres que buscan su alimento en los prados y el paseo totalmente ajenos a la multitud que camina por la zona.
También resulta inevitable la búsqueda de los pocos correlimos oscuros Calidris maritima que pasan aquí el invierno junto a ellos. Aunque resulta también un poco triste pensar en que hace años se reunían aquí unos pocos centenares, y este sábado sólo contamos 7.
En esta zona el gran atractivo gaviotero reside en el grupo de gaviota cabecinegra Larus melanocephalus que inverna en el roquedo, y que en días propicios reúne a varios centenares. Muchas de las adultas ya están mudando a plumaje nupcial.
Para los muy gavioteros es todo un placer la búsqueda de cabecinegras anilladas, de las que en un día de los buenos se superan los 10 registros. Ese día sólo pude ver una, la francesa RK89, que curiosamente había estado invernando en Francia hasta mediados de febrero, y sin duda se vio desplazada por el temporal.
Después de pasar un buen rato en el Rinconín, nuestra última etapa del viaje fue el parque de Isabel la Católica. Aquí, como tengo bien comprobado en este tipo de jornadas, la estrella del día siempre que aparece movilizando a todos los presentes es el martín pescador Alcedo atthis. Vimos al menos dos, quizá alguno más.
Por desgracia este parque ya no es lo que era hace años, y se observan muy pocas cosas. No vimos ninguna gaviota rara, quizá lo mejor este segundo invierno de gaviota argéntea Larus argentatus.
Y como ya dije esta sombría juvenil anillada en Holanda y que lleva buena parte del invierno por la zona.
En resumen una fantástica jornada de campo, con un tiempo inmejorable y un estupendo grupo. Dar las gracias a todos los que asistieron, en especial a Alba por sus fantásticas fotos, a la que espero que la afición le dure mucho tiempo y nos de muchas alegrías en forma de buenas observaciones.