Por la seguridad familiar

Por Belen
Recuerdo que hace años mi padre tuvo un problema con una herencia familiar, esas cosas que ocurren en tantas familias. Por un mal asesoramiento de inicio, todo se complicó muchísimo y lo que podía haberse arreglado mejor se solucionó por la peor vía posible.
Recientemente hemos realizado unos cambios en la escritura de nuestra casa, la casa familiar. Hemos tenido que acudir a un notario y dar mil vueltas para poder solucionar todo satisfactoriamente. He echado en falta un poco de orientación e información clara.
Hace unas semanas una amiga me contaba de sus problemas con una vecina. Las cosas empezaron como una simple discusión por ruidos y ahora mismo está dudando si denunciarla debido a que la situación se ha convertido en insostenible. Desde luego, un poco de información y asesoramiento no le vendría mal.
Llevo con mi compañía telefónica más de diez años, siempre al corriente de pago. En los últimos dos años su servicio de adsl es lamentable. Yo sigo pagando cada mes, pero tengo continuos cortes de la línea y de Internet, con lo que eso supone para una persona autónoma que trabaja desde casa. No puedo portarme o darme de baja ahora porque tengo compromiso de permanencia. Quizá alguien experto en la materia podría informarme si esto es legal o no.
Estos son ejemplos reales de mi vida, situaciones cotidianas que se presentan y para las cuales no tenemos respuesta o nos surgen cientos de dudas. Pero podemos contar con esa ayuda que tantas veces se necesita gracias a Legálitas Protección Familiar. Casos de herencias, reclamaciones o problemas vecinales, divorcios, relaciones de pareja, problemas con la vivienda, reclamaciones como consumidor pueden tener una respuesta rápida. Para situaciones de nuestro día a día que pueden convertirse en dificultad, podemos tener una ayuda asequible y efectiva.
Si te interesa tener más información acerca de la nueva protección familiar de Legálitas, pincha aquí. Ofrece defensa gratuita en todos los juicios, incluido procurador, abogado, tasas y costas. Nunca viene mal tener las espaldas cubiertas, ¿no os parece?