¡Por las causas justas!

Por Jorge Luis Rodríguez González

Del 13 al 21 de diciembre, jóvenes progresistas de todo el orbe, inspirados en Fidel y Raúl, trazarán en la palpitante Sudáfrica estrategias de lucha por las causas justas

Dentro de poco más de cuatro meses, muchos ojos estarán volcados nuevamente a Sudáfrica, cuando jóvenes de todo el mundo, llenos de alegría, creatividad y compromiso político comiencen a arribar a esa nación para celebrar el XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, del 13 al 21 de diciembre.
Por primera vez, ese movimiento tendrá su cita en un país del África Subsahariana para reflexionar, debatir y construir estrategias de lucha por un mundo justo. Pero mientras se ultiman detalles en su preparación, ya el Festival palpita…
Según comentó Jesús Rafael Mora, representante de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba en la Secretaría General de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas (FMJD), este Festival será, como siempre, antiimperialista.
El importante encuentro de la juventud progresista, cuyo lema será Por un mundo en paz, solidaridad y transformaciones sociales, derrotemos al imperialismo, tendrá lugar en una coyuntura especial, cuando el capitalismo sufre una profunda crisis estructural, al extremo de poner en peligro la supervivencia de la especie humana. Por ello uno de los reclamos fundamentales que ha resultado de las reuniones preparatorias es la lucha contra la destrucción del medio ambiente, como un eje temático principal.
«Seguirá siendo un Festival al que los jóvenes irán a expresar sus demandas sobre cómo construir un mundo basado en la solidaridad. Se hará énfasis en las transformaciones sociales, porque los jóvenes consideran que para construir un mundo en paz y solidaridad es necesario transformarlo y acabar con el sistema capitalista que ha conllevado a tanta destrucción».
Otras causas son históricas y siempre han encontrado en este foro la solidaridad de la juventud mundial: la lucha del pueblo palestino contra la ocupación sionista; la descolonización del Sahara Occidental; el apoyo a la Revolución Cubana y la condena al bloqueo económico, comercial y financiero de Washington a nuestro país.
De América Latina temas neurálgicos son la persecución y asesinato de jóvenes de izquierda en Colombia, y la situación de Honduras después del golpe de Estado perpetrado por sectores oligarcas con el apoyo de EE.UU.
Para Mora, el evento se hace en un contexto marcado por la caída en picada en el mundo de la popularidad del presidente norteamericano, Barack Obama, cuando se ha disipado la euforia que generó su llegada a la Casa Blanca.
«Ya pasó el efecto del encanto del color y la imagen, y la gente está clara de lo que representa Obama. Es un momento en que los jóvenes han ido despertándose y están seguros de que el imperialismo es el mismo en cualquier punto del orbe; que el Gobierno de los Estados Unidos sigue siendo imperialista y con un marcado incremento del militarismo en el último año en todas las regiones del mundo. Se han percatado de que el proyecto de Obama es el mismo que el de Bush; y que incluso se puede desatar una guerra en Irán y en la península coreana», comentó.

Muchas razones
Aunque nunca antes había sido sede de un Festival, África Subsahariana siempre recibió la solidaridad de la FMJD en la lucha contra el colonialismo, y específicamente Sudáfrica contó con el apoyo de la organización en la lucha contra el apartheid y por la liberación de Nelson Mandela.
La celebración de la cita juvenil en la nación austral ha sido entonces muy bien recibida en toda la región, que se viene preparando para participar con una gran presencia, cuenta Mora.
Será un escenario para celebrar el aniversario 50 de la independencia de 17 países africanos, el 45 de Gambia, el 35 de Cabo Verde, Angola, Mozambique y Sao Tomé, el 30 de Zimbabwe, y el 20 de Namibia. «Hacer un Festival en África Subsahariana es movilizar a lo mejor de la juventud ante una región que necesita del apoyo de los movimientos progresistas del mundo; una región que tiene grandes recursos naturales, pero manejados por las transnacionales.
«Los jóvenes africanos hoy están tratando de construir su propio sistema, su propia identidad, al mismo tiempo que enfrentan la injerencia de Estados Unidos y las ex metrópolis europeas, las cuales siguen controlando la economía de sus antiguas colonias. Hoy los gobiernos del continente tienen el poder político, pero siguen enfrascados en alcanzar el económico. Y en función de eso está la pujanza de los movimientos juveniles, que exigen la nacionalización de los recursos naturales y que los ingresos de sus países se pongan en función de eliminar la pobreza», aseveró el dirigente juvenil cubano, quien también enfatizó el rechazo de estos movimientos al Comando Militar de Estados Unidos para África (AFRICOM).
El sentimiento de Sudáfrica
Las dos figuras centrales del XVII Festival son el Comandante en Jefe Fidel Castro y el líder sudafricano Nelson Mandela, dos leyendas vivas que marcaron el camino de África hacia el futuro.
Mora cuenta que cuando se decidió, en una reunión de la FMJD celebrada en el Líbano, otorgarle la sede del Festival a Sudáfrica, lo primero que hicieron los compañeros de ese país presentes en la cita fue pedir la palabra para proponer que el encuentro de dedicara a una persona.
«Todos pensaron que sería Mandela, pero el nombre que mencionaron fue el de Fidel. Al justificar la petición, explicaron que Sudáfrica y Namibia eran libres hoy gracias al apoyo brindado por Cuba en la batalla de Cuito Cuanavale, y al liderazgo de Fidel. Inmediatamente pidieron cantar una canción de lucha, dedicada a Fidel. Como la letra era en un dialecto, no se entendía… salvo el nombre de Fidel Castro. Después que terminaron, dijeron que también querían regalar el Festival a Nelson Mandela. Todos quedamos impactados; eso no fue improvisado, era el sentimiento de Sudáfrica».
El amor por Fidel y el agradecimiento a Cuba palpitan en el pueblo sudafricano. Mora relata que durante su estancia en Sudáfrica para los preparativos del Festival, tuvo la oportunidad de visitar Soweto, una barriada con una historia emblemática de lucha contra el apartheid. Allí una señora, que no hablaba español ni inglés, al conocerlo y saber que era cubano, solo atinaba a abrazarlo y decir «¡Viva Fidel Castro!».
«La imagen de Fidel dentro del pueblo negro sudafricano es la de un líder. Hoy, cuando usted se presenta en Sudáfrica como un cubano, lo hace como un hermano, y así es recibido en cualquier lugar, ya sea en una universidad o en el mismo Soweto», dice Mora, y recuerda que a esa nación ya regresaron más de 150 médicos sudafricanos formados en Cuba, quienes al ejercer su profesión en distintas comunidades sudafricanas reciben el amor que sus compatriotas sienten por Cuba.
«El Congreso Nacional Africano (ANC) —partido en el poder con la alianza del Partido Comunista y la Confederación de Sindicatos (COSATU)— y su Liga Juvenil, se ha planteado tomar la experiencia de Cuba en la construcción de su sociedad. Hay un gran acercamiento, no solo romántico, a la realidad de nuestro país».

Preparativos
El XVII Festival será también una oportunidad para que los jóvenes de diversos países sientan el calor de la lucha de los sudafricanos por construir una sociedad multicultural y multirracial.
«El Comité Nacional Preparatorio de Sudáfrica ha decidido que todos los eventos políticos, incluidas las ceremonias de apertura y clausura, tengan lugar en Soweto, pues fue allí donde se dieron las principales movilizaciones del pueblo sudafricano contra el régimen segregacionista. Johannesburgo será la ciudad central del Festival, pero se quiere llegar a todas las regiones del país.
«La Liga Juvenil del ANC y la juventud comunista, con las otras dos organizaciones juveniles fuertes —el Congreso de Estudiantes Sudafricanos (COSAS, que reúne a los de enseñanza media) y el Congreso Estudiantil Sudafricano (SASCO, que agrupa a los universitarios)— trabajan para construir un gran Festival. Estas han logrado un Comité Nacional Preparatorio constituido por más de 17 organizaciones interesadas en que esta edición constituya un gran suceso político».
El apoyo a la organización del Festival por parte del ANC y de los dirigentes sudafricanos no se hizo esperar. Ellos también están llenos de entusiasmo por acoger en su país un evento antiimperialista de tal magnitud, pues cuando estaban en la clandestinidad encontraron en los festivales de la juventud la solidaridad mundial y el espacio para explicar su causa contra el apartheid.
Hasta el momento se han realizado dos reuniones internacionales preparatorias, una en Venezuela y otra en la República Popular Democrática de Corea. La tercera será en Chipre, del 11 al 14 de septiembre.
Luego, paralelamente a la Asamblea de los Pueblos del Caribe, Barbados acogerá, los días 9 y 10 de agosto, otra preparatoria para ultimar detalles sobre la movilización en la región.
También se realizará un encuentro continental en Argentina, del 16 al 18 de agosto. Además de la presencia de las organizaciones latinoamericanas, este encuentro contará con representantes de los Estados Unidos y Canadá para analizar cómo será el Día de América. Está previsto que para esa jornada se aborden temas como el libre acceso a la educación y la cultura; la manipulación de los medios de comunicación por el sistema hegemónico, el rol de los jóvenes en la lucha contra el analfabetismo, y la instauración de bases militares en la región.
Con optimismo y fuerza, la juventud progresista mundial encontrará en Sudáfrica una cálida sede. Las nuevas generaciones podrán palpar el rumbo de una nación inquieta, con numerosos sueños y retos.
El Festival disipará las falsas historias que, basadas en una lógica comercial y hegemónica, construyen la imagen de África con elevadas dosis de exotismo y sin pasado. Será también una inyección de energía y reconocimiento para un continente que, con estoica resistencia, se bate por barrer de su camino los escollos que le impiden alcanzar una independencia real.
*En las imágenes, el XV Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en Argelia, el primero en África. Foto: Ernesto Matrascusa/Juventud Rebelde