La comida toscana tiene fama de ser, quizás, la más rica de toda Italia (y eso ya es mucho decir). Hicimos pata ancha en un pequeño restaurant ubicado enfrente de la Iglesia del pueblo, y preguntamos por el menú del día. Indefectiblemente el menú es pasta, y ese día tocaba “Pappardelle” (una especie de tallarines de huevo, pero bastante más gruesos) de 1º plato, y bistec de 2º plato. Esa es otra particularidad por estos lares: el menú son 2 platos, y aunque revientes comiendo, te los tienes que terminar, es pecado y una ofensa dejar una comida por la mitad (igual, nadie te va a meter preso por eso, pero se considera una cuestión de cortesía). Calificación de la comida: el “Pappardelle”, un 10, insuperable, es que en cuestión de pastas los tanos saben…, el 2º plato, el bistec, un 6 (y siendo generoso): cortado muy ancho, y casi crudo, al punto que mi compañero de viaje pidió que se lo pongan un rato más al fuego (con la consiguiente mala cara del cocinero). Yo me lo comí como estaba, si los que viven ahí se lo comen así y no se mueren, tampoco me iba a morir yo. Después de comer, el infaltable café, y a la calle.
Cruzamos la plaza y nos metimos por las callecitas aledañas. Son calles donde apenas caben dos coches, y en algunos casos, sólo uno. Las veredas no existen: salís de tu casa y ya estás literalmente en la calle. Curioseando, sin rumbo fijo, encontramos la casa-museo Luca Pacioli, y ya que estaba abierto (y era gratis) entramos.
Yo personalmente no lo conocía a Luca Pacioli, pero al parecer es el hijo pródigo del pueblo. Fue un matemático que vivió en el siglo XV, y es considerado un genio, al punto tal que se lo considera fundamental en algunos trabajos científicos de un tal Leonardo Da Vinci. De hecho Pacioli y Da Vinci eran amigos, y los libros de Pacioli muchas veces venían ilustrados por el propio Da Vinci.
Algo que me sorprendió de la ciudad es ver banderas comunistas en casi todas las calles... o sea, sé que estamos en la parte "roja" de Italia, pero no me imaginaba ver tantas banderas colgadas en las calles. Imagino que tendrá que ver con alguna elección próxima, pero no hay carteles o banderas de partidos opositores. Acá, seguro, gana el PCI.
Finalizado el recorrido por este bonito pueblo italiano, es momento de volver a la ruta, Siena nos espera…
Algunas fotos más de Sansepolcro...