Por lo menos que no se rían de nosotros

Publicado el 25 febrero 2013 por Siempreenmedio @Siempreblog

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Ahora la cosa parece estar un poco peor, pero la realidad es que yo ya llevo años oyendo sospechas de políticos corruptos, gente sin oficio pero con mucho beneficio que vive por encima de lo que, en principio, son sus posibles. Señores, con un sueldo de parlamentario (muy alto para el trabajo que hacen) no se pagan yates, chalets, joyas ni coches de lujo… No, sospecho que el dinero viene de otros sitios. Entre la canallesca siempre se ha oído el cuento del adinerado empresario de la construcción que cita a los candidatos a alcalde a su despacho con media hora de diferencia para que todos sepan que todos pasan por allí a recoger el sobre con el que se financiará parte de su campaña (por supuesto que su contenido no es igual para todos, ahí me parece que está el juego…).

Lo que quiero decir es que el runrún de la corrupción política siempre ha estado ahí. No me gusta generalizar, pero mucho me temo que en este caso es inevitable pues la corruptela está muy generalizada. Y no me vale el argumento de “es que si ellos pudieran también lo harían”. No, no me vale, porque estoy convencida de que es mentira. Hay mucha gente honrada en este país. Me consta.

A lo que voy. Lo que quiero decirles hoy es que lo que ya me parece una desfachatez es que, encima, se rían de nosotros. ¡Y vaya si lo hacen! Se parten el culo (perdón por la expresión) constantemente. Nos miran y piensan “¡pringados!” y, claro, no pueden evitar esconder esa sonrisa burlesca de su rostro.

El último ejemplo el “empalmado” ese de Palma, que, encima, bromeaba con su condición de “marido florero”. ¡Como para no hacer chistes! “Sí, sí, ustedes digan lo que quieran que si braguetazo, que si vividor… digan de mí lo que quieran, hasta yo me autodenomino el “em-palma-do”, pero yo vivo como un rey y ustedes ahí siguen trabajando para poder comer…jajajajaja”. Espero que por un tiempo esa sonrisa sea un poco menos evidente, porque, no nos engañemos, dudo mucho que ese señor pague por lo que parece que ha hecho.