Así empezó para mí el 2022.
El 22 de Diciembre tuve muy buen pálpito porque me tocó el reintegro y además el Gordo de la lotería tocó en Gran Canaria. Estuvimos cerquita, por los pelos.
A pesar del oleaje de COVID19 que teníamos encima, nadie pudo convencerme para no volver a mi casa por Navidad así que cogimos los regalos y nos desplazamos a Tenerife para pasar las fiestas. La sorpresa fue que a nuestro regreso a Gran Canaria, varios familiares con los que habíamos convivido esos días comenzaron con síntomas sospechosos, con un test se vio enseguida: COVID. Así que tuve que activar toda la historia: llamar a seguimiento de profesionales y hacerme 3 tests en 4 días. Todos negativos, los míos y los de mi novio, por los pelos.
Como estaba tan contenta por haber escapado del COVID una vez más, se me ocurrió celebrarlo buscando peluquería para un nuevo look previo al Año Nuevo. Pero claro, todo estaba lleno. No me quedó otra que buscar una de esas peluquerías low cost donde te atienden por orden de llegada. Decidí hacerme mechas para tapar todas las canas con las que me ha otorgado la pandemia pero cuando salí de ahí... ¡era rubia! Pensé que era efecto del sol que me estaba dando pero cuando llegué a mi casa estaba tan rubia que parecía que tenía el pelo blanco.
Ahora mismo me encuentro contando los días entre tú y yo para salir de vacaciones, solo puedo decirte que me voy lejos... espero que el COVID19 me dé vía libre y me permita disfrutar de un pequeño descanso, aunque sea por los pelos.
Feliz inicio de Año, 2022.