Por los pelos: Curly Wurly y Spa

Por Agly Talaván @traselvelodisis


Respecto al tema de la belleza, cada cual tiene sus propios gustos y preferencias. Hay quien se fija en los ojos, en los pómulos o en otras partes de la anatomía situadas más al sur. Sin embargo, independientemente de lo que nos guste de los demás, a menudo nos miramos a nosotras mismas en el espejo con un rasero diferente. Quizá con el tiempo nos aceptemos gustosamente pero seguro que la gran mayoría de las que leéis estas páginas habéis pensado en más de una ocasión cosas del estilo de...
a) ay! si perdiera unos kilitos...b) ay! si estuviera un poco más morena...c) ay! si me pareciera un poco más a Megan Fox...
Bueno, supongo que años y años de delgadas e imponentes Princesas Disney hacen mella hasta en las psiques más fuertes y no digamos ya en las que vienen con la duda de serie como servidora. Por suerte, con los años, la madurez y tras una buena dosis de Cuore, la perniciosa influencia de Aquel-Que-Mandó-Congelar-Su-Cadáver-Porsiaca, suele desvanecese hasta quedarse en un recuerdo anecdótico aunque, como dicen que el que tuvo retuvo, la que más y la que menos desearía tener alguna cosa diferente.
No me preguntéis por qué pero estoy prácticamente convencida de que si realizaran una encuesta acerca de esta materia la inmensa mayoría nombraríamos a nuestro pelo como una de las mayores fuentes de preocupación a ese respecto. De hecho, no hay más que ver el éxito de las Planchas de Pelo, los Rizadores y los tintes para darse cuenta de ello. 
Sin embargo, en pos de decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, también  hay que admitir que esta "rebelde" pare de nuestra anatomía es una de las que más juego da a la hora de cambiar de look y que ahí también podemos encontrar una explicación válida para que el jefe de GHD nadem en billetes de 50. El pelo tiene posibilidades.
Por ello, y más aún si somos de las que nos gusta ir un día a lo afro y al siguiente con un alisado japonés, mantener la hidratación en nuestro pelo es un reto que tenemos que tener siempre presente ya que esto evitará encrespamientos, puntas abiertas y el eventual aspecto de haber metido los dedos en enchufe (ya me diréis quién tiene dedos tan finos cómo para que quepan ahí, pero bueno, licencia poética). El caso es que buscando, precisamente, esta cura de hidratación adquirí yo el champú Curly Wurly y el acondicionador Spa de la conocida marca de cosmética natural Lush.
Champú Curly Wurly: las que me conozcan un poco probablemente se asombren de que yo, por voluntad propia, y en plena posesión de mis facultades mentales adquiriera deliberadamente un producto cuyo componente principal es el coco y a ello sólo puedo replicar que me vino absolutamente recomendado por una amiga de la que me fío enormemente.
Pues bien, cierto es que aunque huele a coco no huele a "aroma de coco", es decir, no extrae el aire de la habitación según entras. Al contrario, su aroma, dulce y natural es uno de los aspectos más positivos que este producto puede ofrecer ya que no sólo es delicioso sino que permanece de manera sutil durante casi medio día tras lavarnos el cabello (esto es más de lo que he conseguido con cualquier otro producto)
Por lo demás, he de resaltar también el resultado que deja ya que, ciertamente, tras su aplicación el cabello queda limpísimo, muy brillante y nada apelmazado. En cuanto a la hidratación, diría que la mantiene en el sentido estricto de la palabra aunque, al no contener siliconas (o al menos no de las industriales, ya sabéis que en esta materia yo no me empano demasiado), el pelo queda muy enmarañado tras el lavado y es probable que si sois habituales de productos capilares tipo Mercadona o Pantene echéis de menos ese tacto suave en el pelo húmedo. En cualquier caso, con el pelo bien desenredado y ya seco se nota menos encrespamiento y no se advierte falta alguna de brillo, peso o hidratación.
Sin embargo, para mí este producto presenta un gran PERO en la textura y en la comodidad para su uso. En primer lugar, os diré que es tremendamente sólido y que no hace mucha espuma por lo que hay que usar bastante para conseguir el efecto de cabeza enjabonada habitual. Cierto es que la dependienta ya me lo avisó, recordándome que sólo era necesario limpiar con énfasis la parte del cuero cabelludo y las raíces, pero a mí me da igual, me gusta enjabonarme entera y punto.

El segundo inconveniente del champú es que no es apto para vagas o para lavados rápidos (vamos, nada de duchas de cinco minutos con el Curly Wurly) porque la pasta del champú está llena de unas partículas sólidas blancas que pueden (o no) ser trazas de coco deshidratado que tienden a quedarse en el pelo y son un tanto difíciles de aclarar. A ver, tampoco es que se queden como caspa en el pelo pero, para no aparentar que te han roto la típica bola de cristal con nieve falsa que pone "Recuerdo de Vecilla de Valderaduey" en la cabeza, es necesario dedicarle un tiempo extra al aclarado y otro más al cepillado (un poco menos si se aunan los dos conceptos en el típico cepillado-bajo-la-ducha). Eso sí, en cuanto el pelo está desenredado y seco toda la "nieve" se cae, dejando el pelo muy bien y el suelo del baño perdido (si tenéis baldosa oscura, creedme, lo sufriréis)
Acondicionador Spa: Este otro producto me lo compré porque me lo recomendó la dependienta de la tienda en vez de la Crema Americana que pensaba adquirir en su lugar. Bueno, en primer lugar creo que hay que comenzar diciendo que vale casi el doble teniendo en cuenta que yo me quería llevar una talla de viaje del primero (os dejo a vosotras que saquéis las conclusiones)
Por lo demás, no sé si puedo aportar mucho porque ya sabéis que lo mejor es probarlo en las propias carnes pero lo cierto es que así en plan conceptos puedo decir que huele de maravilla* (como a miel o a algo dulce rico), no hidrata demasiado, apenas lo he notado salvo una vez que me lo aclaré mal y noté el pelo como si me lo hubiera lamido una vaca. 
Vamos, totalmente prescindible. 
En fin, esto es todo (y no es poco) por hoy, próximamente os hablaré de otros dos productos de Lush con los que sí me quedaría, una y mil veces, a vivir pero con los dos de hoy ha sido un una-y-no-más-Santo-Tomás. No es que sean malos, pero tampoco han mejorado nada de lo presente así que "A por otro Perrito Piloto"
Por cierto, una última nota administrativa es que debido al ingente volumen de pereza que se me apodera en verano el ritmo de publicación para los meses estivales será de dos entradas regulares más un Off Topic por semana en Martes, Jueves y Sábado respectivamente.
Un besito y que paséis buen fin de semana
Nota: seguro que muchas estaréis preguntándoos a qué huele el pelo tras usar los dos productos juntos. Sinceramente, en una pelea entre el olor a coco y Hulk: ¿hace falta que os diga quién gana?