Por un segundo, cuando Aranzubía paró el penalti, algún fantasma apareció en el Calderón,
- ¡¡¡ no puede ser, justo hoy que necesitamos la victoria como "agua de mayo" nos paran un penalti !!!
Sin embargo y como suele ser habitual, en la segunda parte apareció otro equipo. Los jugadores eran los mismos, doy fe, pero lo que hicieron sobre el terreno de juego no tenía nada que ver.Por increíble que parezca, el simple cambio táctico por parte del Deportivo, de quitar un defensa para meter un centrocampista, provocó que nos quitaran el balón. Aquí es donde se demuestra que nuestro centro del campo hace agua por todas partes. Aunque, a priori, la dupla Tiago - Raúl García parece muy solvente, se demostró que se deshacen como un azucarillo, en el momento en el que el rival pone un poco más de intensidad en el partido.
Empezamos a jugar al contragolpe, al más puro estilo Marcel Domingo (D.E.P.), pero de una manera muy desorganizada y cada jugador haciendo la guerra por su cuenta. Reyes, que hizo un partidazo, pecó de individualista y parecía que no veía a Forlán en más de una jugada, perdiéndose en demasiados regates.Agüero quería meter su tercer gol, muy legítimo, pero muy egoísta.Forlán quería resarcirse por su fallo en el penalti, pero eso no le da derecho a tirar desde cualquier posición del campo ni a enfadarse cada vez que no le pasan el balón.De Simao no puedo decir mucho, la verdad. Reconozco que no soy muy objetivo en este tema, pero creo que durante gran parte del partido jugamos con uno menos. Si tuviera que elegir una banda izquierda me decantaría por Antonio López como carrilero y Filipe Luis como extremo.
Al final, lo importante es que ganamos y me quedo con el buen sabor de boca de la primera parte.
Don Marcel Domingo
De vuelta a casa, en la estación de metro de Núñez de Balboa, se montaron conmigo en el vagón un grupo de seis niños, ninguno mayor de siete años. Iban con sus banderas en la mano y sus bufandas al cuello, orgullosos de sus colores, gritando todos a la vez a sus padres lo bueno que es Agüero, el penalti fallado por Forlán, la pena de no haber metido más goles... Ninguno sabe quien fue Don Marcel Domingo, historia de este club, grande como portero con sus camisetas chillonas (dos ligas) y grande como técnico (una liga y una semifinal de la Copa de Europa).
No pude dejar de sonreír cuando vi a esos chiquillos, que sin conocer nuestra historia, sin conocer a nuestros héroes más antiguos, sienten esta pasión en lo más profundo de su alma.
Gracias por todo Marcel..."ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a animar".
FORZA ATLETI