Birmania pasó a llamarse Unión de Myanmar en 1989 por decisión de la junta militar que gobernaba el país, para distanciarse de su pasado colonial. Ambos nombres denominan en castellano al país localizado en el sudeste asiático cuya etnia mayoritaria son los bamar. La junta militar justificó el cambio de nombre argumentando que “Birmania” es un término en birmano, la lengua de los bamar, que discrimina a las demás etnias del país, mientras que “Myanmar” es más inclusivo.
No obstante, en birmano el país se llama Mranma, pronunciado de manera informal como Bamma. Es decir, Birmania y Myanmar son en realidad la misma palabra birmana pero en registros lingüísticos diferentes. Con todo, en algunos medios de comunicación y divulgación en castellano es frecuente el uso de “Birmania”. La Fundación del Español Urgente, por ejemplo, aconseja utilizar esta denominación, además de descartar “Yangón” como nombre de la antigua capital, en favor de “Rangún”, más extendido en castellano.
Birmania o Myanmar, cuestión política e histórica
La elección del nombre de Birmania o Myanmar tiene una connotación política. Algunos Estados como Japón o Canadá aceptan el nuevo nombre, pero otros como Estados Unidos y el Reino Unido no aprueban la denominación de Myanmar, argumentando que fue impuesto por un régimen militar no reconocido a nivel internacional. Sin embargo, el nombre oficial del país es República de la Unión de Myanmar, por lo que “Myanmar” se emplea en escritos oficiales y en el ámbito diplomático. Así lo reconocen la ONU o la Unión Europea, además de numerosos países asiáticos vecinos de Myanmar. No obstante, la lideresa birmana Aung San Suu Kyi —arrestada tras el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021—, se ha referido en múltiples ocasiones al país como “Burma”, “Birmania” en inglés, en sus conferencias en este idioma.
El cambio en el nombre del país está vinculado a su historia. El Imperio británico estableció la colonia de la Birmania británica —British Burma en inglés—, separándola de su dominio de la India en 1937. Tras un breve periodo como Estado satélite de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, Birmania alcanzó la independencia en 1948. La nueva Unión de Birmania pretendía tener un régimen democrático, pero el Ejército pronto reclamó el poder por las constantes tensiones políticas con el Gobierno.
El mapa de la geopolítica de Myanmar/Birmania
Los militares dieron un golpe de Estado en 1962, tras el que instauraron la “vía birmana al socialismo” —que combinaba elementos marxistas y budistas— bajo el mando del general Ne Win. Tras dos décadas de dictadura militar socialista y unas graves protestas en 1988, otro golpe instauró el Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo (CEPD), una junta militar que gobernaría hasta 2011. El CEPD cambió el nombre del país, para distanciarse del pasado colonial bajo dominio británico, pasando de Birmania a Unión de Myanmar en 1989. Más tarde, con la nueva Constitución de 2008, el nombre volvió a cambiar por la actual denominación: República de la Unión de Myanmar.
El cambio constitucional también trajo un cambio en la bandera e himno oficiales. Poco antes, en 2005, la junta militar decidió trasladar la capital del país de Rangún a Naipyidó. Los motivos no están claros, aunque Naipyidó era una ciudad recién fundada con amplio margen de expansión, lo que se ha traducido en grandes edificios e instalaciones en un entorno natural aislado. Al cambio de nombre del país no le han seguido transformaciones del gentilicio ni en el nombre del idioma mayoritario. El gentilicio más extendido en castellano es “birmano”, aunque empiezan a usarse otras formas como “myanmeno”, “myanmarense” o “myanmareño”. El idioma se conoce como “birmano”, pero también se ha buscado sustituir su nombre por “myanmasa”, todavía sin mucho éxito.
La historia reciente de Myanmar ha seguido marcada por la inestabilidad. En 2017, bajo el Gobierno de Aung San Suu Kyi, tuvo lugar una matanza contra la etnia rohinyá, en la que miles de personas de esta minoría fueron asesinados a manos del ejército y la policía birmana, y más de 700,000 fueron forzadas a desplazarse. Más recientemente, los militares dieron un golpe de Estado tras las elecciones de 2021. Desde entonces, con el país gobernado por una junta militar, comenzó una guerra civil que enfrenta a los militares con distintas milicias y guerrillas, y que ha dejado más de 4.000 muertos.