Seguro que has intentado miles de veces comer sano. Seguro que muchas veces te has propuesto dejar de comer galletas, bollería, patatas fritas, refrescos… Y puede ser que ya lo hagas conseguido. Si es así, ¡felicidades!!! No es fácil conseguirlo y es este artículo me gustaría comentarte mi opinión de porqué cuesta tanto.
Aquí va:
Se trata de productos adictivos
El 80% de los productos (que no alimentos) que encontramos en el súper son una combinación de azúcar a raudales, grasas de mala calidad, harinas refinadas y sal que los convierte en productos muy palatables, o sea, muy agradables al paladar. Se ha demostrado que estos productos tienes características adictivas. Es decir, cada vez necesitas comer más, no puedes dejar de comerlos y cuando los dejas tienes “mono”.
Estamos genéticamente programados para que nos atraiga el sabor dulce. En el mundo natural el azúcar se encuentra principalmente en las frutas, que son alimentos que nos dan energía y muchas vitaminas, minerales, fitoquímicos interesantes para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Por eso el cerebro se encarga de que comer dulce sea placentero.
También tenemos el cerebro programado para estimularse con las grasas y la sal. Es un mecanismo para conseguir que nos alimentemos todo lo que necesitamos.
El problema llega cuando se han cogido todos estos estimulantes, se han aislado y se han creado nuevos productos que no se encuentran en la naturaleza de manera natural. Así es como las galletas, la bollería, el pan, los cereales, los refrescos, los snacks, los pasteles, lácteos… son productos:
- que perjudican tu salud
- altamente adictivos
- con nula capacidad saciante
- que alteran tus papilas gustativas y te impiden apreciar el sabor natural de los alimentos.
El entorno no te ayuda nada
Tenemos “comida” disponible las 24 horas del día y en todos los lugares imaginables. Y como hemos visto, la mayoría de esta “comida” no son alimentos que te nutren sino que son productos insanos. Cuándo quieres dejar de hacer algo y te ves rodeado constantemente, hace que sea más difícil conseguirlo. Es esencial eliminar todos estos productos de tu entorno para ponértelo más fácil.
Por otro lado, comer mal está completamente normalizado. Es lo que hace la mayoría de la gente. Además, habitualmente, te miran raro si quieres comer bien y te lo ponen más difícil aún, diciéndote cosas como “de algo hay que morir”, “por un poco no pasa nada”, “yo comía Cola Cao cada día y no me ha pasado nada”… Por suerte, cada vez hay más conciencia y más gente que se preocupa de comer bien y cuidarse.
Tu mentalidad
La mente es muy, muy poderosa. En este caso, como en muchos otros, es la clave para conseguir comer bien.
Pensar que comer sano es un sacrificio y es aburrido te impide conseguirlo.
Considerar estos productos como premios y sentir que te pierdes algo si dejas de tomarlo hace que no puedas lograrlo. ¿Cómo puedes ser un premio o algo que te pierdes si te perjudica?
Fijarte solo en tu gratificación inmediata es un freno importante. Está claro que estos productos nos aportan gratificación inmediata, son muy palatables. Pero sucumbir todo el rato a esta gratificación, sin tener en cuenta el efecto a largo plazo también te impide conseguirlo.
Es un hábito para ti
Antes te decía que la mente es poderosa, pues bien, los hábitos también. Son una estrategia de nuestro cerebro para ahorrarnos energía. Automatiza las cosas que hacemos frecuentemente para que nos salgan solas, así puede dedicar esta energía a otros temas.
De este manera, si comer mal es un hábito para ti, o sea, lo haces cada día, para conseguir dejar de hacerlo, debes poner mucha conciencia, crear nuevos hábitos de comer de manera saludable y repetirlos muchísimas veces hasta que se conviertan en tus nuevos hábitos. De esta manera será comer bien lo que te salga solo. Mola, ¿no?
No sabes lo que significa comer bien
Muchas personas creen que comer bien significa comer lechuga y pollo a la plancha todos los días. Nada más lejos de la realidad. Comer bien puede y debe ser delicioso. Basar tu alimentación en verduras y hortalizas y alimentos de verdad (frutas, pescado, huevos, carne, legumbres, frutos secos, semillas, lácteos, tubérculos, cereales integrales) es un placer y te nutre. Es lo que necesita tu cuerpo y tu mente.
Ahora cuéntame tú, ¿te cuesta dejar de comer mal?