Por qué Dios prefirió las ofrendas de Abel a las de Caín y otros misterios

Publicado el 01 marzo 2020 por Tdi @RLIBlog

En el Génesis 4, el granjero Caín y el pastor Abel, hijos de Adán y Eva, los primeros humanos, ofrecen como sacrificio a Dios los frutos de su trabajo y este prefiere el sacrificio de Abel. Envidioso, Caín mata a su hermano y, cuando es descubierto, es condenado por Dios. La decisión divina produce varios conflictos e interrogantes: ¿por qué prefirió la ofrenda de Abel? Si Dios era omnisciente, ¿tomó su decisión a pesar de saber que Caín mataría a su hermano menor? ¿Por qué Caín optó por el asesinato? ¿Por qué el asesino recibió protección? ¿ Con quién tuvo hijos Caín?

Antes que nada

Muchos responderían que la religión es una farsa y que la Biblia está llena de incongruencias, pero sería una réplica ignorante porque es propia de quien desconoce la creación y escritura de estos relatos, que es independiente del uso que quieran darle las organizaciones religiosas de ayer y hoy. Es decir, la Biblia es incongruente, como ya hemos visto por aquí, pero tiene razones para serlo. Lo absurdo es, por supuesto, no reconocer esas imperfecciones y considerar como verdades absolutas afirmaciones contradictorias. Por ello hay que comenzar diciendo que los relatos bíblicos van más allá de la lectura literal, que tienen una interpretación. En el pasado también se cuestionaron los textos bíblicos e intentaron encontrar justificaciones. Algunas la encontramos en la propia Biblia cuando se cuenta de nuevo una historia con detalles nuevos. Ciertamente, como no puede ser de otra manera, cada interpretación es producto de su tiempo. Es la razón por la que Satán, por ejemplo, pasó de actuar con Dios a ser su mayor rival, presente en libros donde ni se le menciona explícitamente.

Dios es caprichoso con la comida

Caín le ofrece a Dios el fruto de la tierra que maldijo y en la que condenó a trabajar a Adán. Luego, su hermano menor Abel le ofrece a los primogénitos de sus ovejas y sus grasas. La interpretación típica es que Abel fue selecto y cumplió con los requerimientos para el sacrificio antes de que se promulgasen estas normas, mientras Caín se quedó con los primeros frutos y ofreció los tardíos a pesar de tener a su lado un buen modelo a seguir. En la Septuaginta se especifica que Caín ofreció un sacrificio, mientras Abel ofreció un regalo, completo y sin quedarse parte de él.

Tampoco se explica cómo supieron los hermanos qué ofrenda había aceptado. Algunos intérpretes supusieron que una llama caída el cielo prendió la ofrenda preferida.

Dios conocía las consecuencias

Tras el disgusto de Caín, Dios habla con él para evitar el fraticidio en unos versículos ambiguos en los textos hebreos. Los tárgumes, interpretaciones arameas de la Biblia hebrea, extienden sus palabras, donde le dice que si actúa bien, se le perdonará su culpa, pero si no, su pecado permanecerá hasta el día del juicio, ya que el pecado acecha a las puertas del corazón, pero que él le otorga en su mano el poder de dominar sus inclinaciones malignas. Sin embargo, hay una diferencia sutil entre los textos hebreos y sus traducciones. En hebreo, Dios le advierte del pecado, mientras en las traducciones ya lo ha cometido, refiriéndose al sacrificio.

El asesinato

Caín le dice algo, que no se especifica, a Abel. Los traductores interpretaron que le pidió que le acompañase al campo. Según Filón de Alejandría, Caín era egoísta y solo buscaba obtener beneficio, lo que motivó el asesinato. En los tárgumes, tienen un debate donde Caín, en oposición a Abel, niega la existencia de otro mundo, de justicia y de juez que premie a los justos y castigue a los impíos, así como de la percepción de que el mundo fuera creado por la misericordia. En este caso, la motivación del asesinato fueron las diferencias teológicas. En el códice de Leningrado, la discusión es sobre la falta de imparcialidad divina. En el Génesis Rabba discuten sobre el reparto del mundo y sobre su hermana gemela de Abel, a quien Caín reclamaba por ser primogénito y Abel por nacer con ella.

El arma usada no se indica, pero por la situación, los intérpretes asumieron que se trató de una roca. En La vida de Adán y Eva, Eva visualiza el crimen en un sueño, donde Caín bebe la sangre de un Abel suplicante. Según el Génesis Rabba, fue un báculo, una piedra o lo degolló como a los bueyes que sacrificaba su padre.


Aunque se menciona su sangre, no es así con la localización del cuerpo. Flavio Josefo en Antigüedades judías (1.55) afirma que ocultó su cadáver. Efrén de Siria asegura que el asesinato fue premeditado desde el momento que Caín dedició ir al campo, donde los cultivos y el propio suelo facilitarían el ocultamiento. En el La vida de Adán y Eva, Abel es enterrado por los ángeles cuando muere Adán (teniendo en cuenta que Adán muere con 930 años, Abel permaneció 800 sin enterrar). Esto fue así porque Adán debía ser el primero en volver a la tierra ( Génesis 3:19).

La condena

Tras el diálogo entre Caín y Dios, interpretable como un juicio, Caín recibe su castigo. El primer pecado del mundo, ya que consumir el fruto prohibido no se expresa como tal. A pesar de matar a su hermano, mentirle a Dios y ser condenado por ello, se le permite tener una familia, fundar una ciudad y nadie podrá matarlo. Aunque esté maldito, no sufre las consecuencias explícitamente como la serpiente del jardín del Edén o la tierra que debía labrar Adán.

Los exégetas interpretaron que Caín fue expulsado de las tierras que trabajaba, que la tierra fue maldita junto con Caín por absorber la sangre de Abel o que la tierra activamente maldijo a Caín, razón por la que este temía que los animales le atacasen. La razón por la que construye una ciudad es porque la tierra le es improductiva, por lo que no puede continuar su antigua labor. La maldición a vagar implicaba la imposibilidad de disfrutar de su familia, como había privado a su hermano. En la Septuaginta, Caín recibió una patología física que le hacía quejarse y temblar. Según Juan Crisóstomo, inflingirle esta afección en vez de matarlo permitiría a otros conocer las consecuencias de pecar.

Para acabar de responder a las preguntas iniciales, una pregunta típica es con quién tuvo hijos Caín si supuestamente estaban solo él y sus padres. Eso se respondió en esta entrada.

Fuentes:

    Byron, J. (2011). Cain and Abel in text and tradition: Jewish and Christian interpretations of the first sibling rivalry. Brill.