Por qué es bueno que sepas lo que harás dentro de cinco años

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

Aunque a priori parece imposible, una cierta seguridad acerca de dónde estarás (profesionalmente hablando) el próximo lustro puede darte una ventaja competitiva en un mercado laboral cambiante.

¿Sabes lo que estarás haciendo dentro de cinco años? Hacer un pronóstico acerca de tu trabajo, tu profesión o tu sector de actividad es prácticamente imposible si se tiene en cuenta la velocidad a la que cambia el mercado laboral y la dificultad para obtener consejo fiable y preciso sobre nuestro futuro laboral.

Conocer esa previsión es una ventaja, porque desarrollamos nuevos conocimientos y competencias que nos llevan más cerca de donde queremos llegar. Debes trabajar esto de manera consciente y podrás conseguirlo.

Posiblemente no estarás en la misma actividad, y tu modelo de relación con la empresa será también muy distinto. Además, tenderás cada vez más a crear tu propia empresa y a trabajar fuera de tu entorno local.

Es probable que estudiar-trabajar-retirarse ya no sea la secuencia normal, porque intercalaremos épocas de ocupación con otras de menos empleo. La relación entre trabajador y empleador ya no es de por vida, y habrá que tener en cuenta nuevas fórmulas de trabajo: debes valorar la posibilidad de trabajar por proyectos o tener en cuenta las posibilidades de empleo independiente que transformará la manera en la que se entiende tu carrera o tu profesión. Sin olvidar el trabajo flexible, freelance y la economía bajo demanda y colaborativa que te permitirá buscar nuevas oportunidades.

Quienes buscan el empleo de sus sueños exploran carreras diferentes a las que han hecho

Esa incertidumbre tiene consecuencias en tu vida profesional, pero si pudieras estar seguro de lo que harás el próximo lustro, esto sería para ti una clara ventaja competitiva.

  • Para acelerar esa posibilidad de acertar sobre el futuro, un plan de carrera te ayudará en el desarrollo profesional futuro.
  • Debes conocer tus puntos débiles (lo más importante para enfrentarnos al futuro es saber para lo que servimos y para lo que no) y qué está buscando exactamente el mercado.
  • Nuestros puntos fuertes o competencias diferenciales nos permiten dedicarnos a distintas profesiones. Hoy la estabilidad en el empleo no se refiere a mantener el mismo trabajo en la misma empresa. Ni siquiera en el sector habitual y, lo que es aún más sorprendente, tampoco en la carrera de siempre. Tenemos varias identidades profesionales y no debemos aferrarnos a una única.
  • Si tienes una clara vocación acerca de lo que te gustaría hacer en tu vida profesional, resultará más fácil decidir en qué te gustaría trabajar.
  • A pesar de esa aparente seguridad que puede proporcionarte la vocación, deberías plantearte si tu profesión tiene futuro o va a desaparecer; si el mercado va a necesitar los mismos profesionales; o si eres realmente bueno en lo tuyo.
  • Ten en cuenta que en función de las respuestas, posiblemente tengas que cambiar de vocación y buscar el desarrollo personal en otra actividad. Cada vez más profesionales que rastrean un puesto buscan ya el trabajo de su vida en alguna ocupación o carrera que nada tiene que ver con lo que han hecho hasta ahora.
  • Potenciar estas fortalezas e identificar en qué sectores, empresas y profesiones son más necesarias, puede asegurarte el éxito profesional.
  • Apenas sabemos cómo van a cambiar las posiciones ni cuáles serán éstas. Las empresas adecúan sus necesidades cada día para ser competitivas y, por tanto, los empleados deben ser también muy flexibles, formarse y cambiar.
  • Siempre habrá nuevas profesiones. Eso forma parte del progreso. El actual mundo interconectado genera nuevas demandas y oportunidades hoy inimaginables, y varias de las profesiones más valiosas de dentro de unos años hoy ni existen, y algunas de las ocupaciones hoy relevantes dejarán de existir entonces.
  • En este nuevo escenario se hará crítico el desarrollo de la marca personal. Nos encontraremos con perfiles proclives a controlar de forma activa su carrera laboral y a asumir la responsabilidad de su propio desarrollo profesional.
  • Probablemente nadie puede darte hoy un consejo certero acerca de qué carrera debes estudiar, a qué profesión te has de dedicar o en qué sector deberías enfocar tu vida profesional.
  • Cada vez más expertos sugieren a quienes buscan con dificultad un empleo o desean cambiar su trayectoria que se 'reinventen' y hagan un cambio radical. Las ocupaciones que tendrán éxito dentro de un lustro hoy no existen, y al decidirte por una u otra debes plantearte si las nuevas profesiones que van surgiendo serán sostenibles en el tiempo o perderán influencia y utilidad.
  • Hoy no es fácil distinguir entre lo que es y será una nueva profesión y lo que tan sólo es una función o una tarea temporal a la que la tecnología vigente en el momento obliga.
  • Una profesión no es algo que necesariamente se estudia. Es una especialidad reconocida por la que el mercado te busca y está dispuesto a contratar tus servicios. Si la realidad demanda nuevas profesiones y muestra la disposición a contratar a especialistas capaces de ocupar con eficacia esa tarea, eso convierte la función en una profesión, incluso sin titulación.

Fuente: Tino Fernández.

C. Marco