El desarrollo emocional sano comienza desde que nacemos, se forma a través de dos interacciones importantes: la confianza básica y el vínculo afectivo seguro.
La primera, es cuando el niño percibe que su entorno es seguro (sus necesidades físicas y emocionales son cubiertas por sus padres) y el vínculo afectivo seguro, se refiere al sostén emocional que recibe de su cuidador principal (suele ser la madre)
¿Qué puedes hacer en esta etapa?
Expresarle tu afecto verbal y físicamente, dile lo mucho que lo amas, dale muchos abrazos, besos, caricias. Hazlo sentir protegido, atendido y amado incondicionalmente.
De esta forma, el cuerpo percibe el contacto con mamá, se emociona, interactúa, siente la emoción. En otras palabras, recibe nutrición emocional.
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Entre los 2 y 5 años se da la etapa de regulación emocional, en la que los niños descubren las emociones (en ellos y en otros) comienzan a empatizar y dan sus primeros pasos para dirigir y controlar sus emociones.
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Cada emoción desempeña un papel único y prepara al cuerpo para una diferente forma de respuesta.
El desarrollo emocional sano, es la sintonía entre las sensaciones corporales, las experiencias alojadas en la memoria, los conocimientos y afectos que estimulan la autoregulación en el niño.
Para ayudar a los niños, es importante que nosotras como mamás comencemos por nuestra salud (física y emocional), procurando un ambiente armónico, en el que nos permitamos hablar y expresar nuestras emociones – incluso las displacenteras-.
Esto es lo que ayuda a los niños a aprender a autoregularse.
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¿Por qué es tan importante el desarrollo emocional sano?
El desarrollo emocional sano es tan importante, porque al ser niños que están acostumbrados a identificar y nombrar sus emociones, pueden expresar con seguridad las cosas o situaciones que no les gustan.
Tienen la capacidad de defender sus puntos de vista, sin atemorizarse o apenarse de mostrarse vulnerable, ya que saben que sentir es inherente al ser humano.
Al ser niños que confían en sí mismos, con una adecuada autoimagen y autoestima, serán menos propensos a sufrir Bullying.
Buscarán mediar, prevalecerán el dialogo, procurarán ayudar a otros cuando les sea posible. Todo este autoconocimiento, les ayudará también en el manejo de la frustración.
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