Ingredientes con los que está hecho este vídeo: acertijos que extraer de algún desvarío, secretos que ha de desvelarte un monstruo que se nos parece, pecados que es imprescindible confesar, a ser posible a alguien más que a nosotros mismos, sombras que aparecen en cuanto apagamos la luz, sueños que buscamos prolongar o traducir durante el tiempo de vigilia, verdades que viven dentro de nosotros pero que desconocemos, y de las que las musas solo nos dan fugaces atisbos… Todo ello, menos el monstruo, que no cabe, embutido en nuestra mochila de redivivos Doctores Livingstone (supongo), dispuestos a recorrer la travesía en busca de las fuentes, no del Nilo esta vez, sino de la literatura. Y es a nuestro lado donde discurre, precisamente, ese monstruo que se nos parece, y que si no salimos airosos de nuestra expedición, sin ninguna consideración, acabará comiéndonos vivos.