Imposible mirar hacia otro lado. En pleno debate sobre la privacidad y la difícil línea que separa la información personal del bien común general, desde el punto de vista de las autoridades, WhatsApp, la célebre aplicación de mensajería, ha decidido cifrar sus mensajes y llamadas haciendo que éstos sean completamente inaccesibles a cualquier usuario que no sean los propios interlocutores. Estos días hemos vivido con intensidad el pulso que Apple ha mantenido con el FBI en torno a la privacidad de la información de los usuarios, y fue precisamente en una de las cartas públicas de los de Cupertino donde Tim Cook defendió la importancia del cifrado para salvaguardar la información de los ojos ajenos. Esto es justo lo que acaba de adoptar la conocida aplicación de mensajería.
“Nadie puede acceder al contenido de ese mensaje: ni los criminales, ni los hackers ni los regímenes opresivos. Ni siquiera nosotros mismos”, explica Jan Koum, cofundador de WhatsApp¿En qué consiste exactamente el cifrado? Básicamente, en blindar cada mensaje que se escribe con una llave temporal y única que solo puede descifrar el receptor en su móvil. Es decir, al redactar un mensaje, éste sale del móvil ya cifrado y viaja hasta los servidores de WhatsApp en esta misma condición y de ahí al destinatario, que será el único que podrá acceder al mismo. “Nadie puede acceder al contenido de ese mensaje: ni los criminales, ni los hackers ni los regímenes opresivos. Ni siquiera nosotros mismos”, explica con contundencia Jan Koum, cofundador de WhatsApp, para explicar el calado de la medida.
“Para mí, se trata de una cuestión personal”, explica el emprendedor de origen ucraniano. “Nací en plena URSS, bajo gobiernos comunistas, y el hecho de no poder hablar con libertad fue uno de los motivos por los que mi familia emigró a los Estados Unidos”. Con esta declaración, los responsables de la firma adquirida por Facebook dejan claro que todo el contenido que circule por su aplicación de mensajería estará completamente blindado ante ojos ajenos, y, en realidad, se trataría de una situación similar en una conversación cara a cara: solo los interlocutores conocen su contenido.
Conviene recordar, además, que el cifrado no solo afecta a los mensajes, sino también a las llamadas telefónicas que se hagan desde la aplicación de mensajería, que siguen el mismo principio y que nadie, ni siquiera los servicios de inteligencia, podrán escuchar. Este cambio no requiere de ninguna asistencia por parte del usuario, ya que se realiza de forma automática desde los servidores de WhatsApp, aunque para poder disfrutar del mismo, los usuarios de la aplicación deberán tenerla actualizada a la última versión.
¿Hasta qué punto es importante el paso adoptado por WhatsApp? Raj Samani, directivo de Intel Security, explica que “esta decisión ofrece la garantía de que los mensajes no están siendo interceptados por terceras partes no autorizadas”. Y desde el punto de vista de los usuarios, “tienen la confianza de saber que únicamente los destinatarios están leyendo el mensaje”.