Varias son las razones que deben motivarnos para el estudio de unas siempre duras oposiciones, y más aún hoy en día donde es mucho más difícil que hace algún tiempo cuando se convocaba mucho más empleo público. Para estudiar oposiciones sabemos que hay que hacer grandes esfuerzos y también existen muchas razones para no estudiar oposiciones, pero aquí vamos a dar unas cuantas razones para reforzar la idea a esos "locos" que estudian para la próxima oferta de empleo público, a los que hay que animar, siempre. Si tienes amigos, familiares o conocidos que las estudien, debes pasarle ésto, hablarles de ello y no dejar de animarlos aunque para tí sea difícil asimilar que esa persona "pierda" tantas horas estudiando y la situación de los opositores sea cada día más complicada. La más importante de las razones sin lugar a dudas es la flexibilidad que da obtener una plaza en la Administración Pública. La disposición para tener tiempo libre en el que desarrollar otras tareas e inquietudes es una gran motivación, gracias al horario normalmente de mañana a jornada completa es posible. Viajar, aprender idiomas, dedicar más tiempo al deporte, a leer, a escribir, al cine, a tu familia, a tus amigos... (completa la lista). - Satisfacción personal. El orgullo y el sentimiento de felicidad que uno tiene cuando aprueba unas oposiciones es simplemente el mejor del mundo, la sensación de haber cumplido tu objetivo, tu sueño, después de tanto esfuerzo es de las más placenteras y otra cosa para mí fundamental, entrar en la Administración Pública sin enchufes y de forma legal, además de ser la adecuada para valorar tu puesto de trabajo en el futuro, moralmente es la mejor sin ninguna. - Estabilidad. Aunque no vayas a hacerte rico, sí dispondrás de una estabilidad económica que te permitirá por lo menos planificar los siguientes pasos de tu vida en un medio/largo plazo. Estabilidad también producida por saber que tienes un puesto de trabajo que permanecerá en el tiempo, eliminando el miedo o la incertidumbre del que trabaja por cuenta ajena en una empresa privada. - Mejorar la Administración Pública desde dentro. Todos hemos sufrido en nuestras propias carnes o conocemos a alguien que ha acudido a la Administración y ha recibido un servicio de mala calidad. Estoy seguro que la gente que estudia y aprueba una oposición, cuando trabaja, está lo suficientemente preparada para ofrecer un servicio de calidad que mejore tanto el trato y la actuación de la Administración frente al ciudadano como la imagen que de ella tiene la sociedad, la cual sabemos que es cada vez más negativa por culpa de servicios prestados por personas ajenas a la función pública o la mala gestión de políticos y directivos sin preparación técnica. Está muy relacionada con la anterior razón. De la "vocación de servicio público" se habla mucho, pero con ello sólo se hace daño al término, ya que vocación de servicio público tiene quien realmente desea trabajar en la Administración Pública para ofrecer al resto de ciudadanos un servicio que resuelva sus problemas y que, de forma empática esté preocupado por lo que a ellos les pasa.
- Flexibilidad.
- Vocación de servicio público.