Leo en la prensa que ahora se va volver a aumentar el límite de velocidad a 130 km/h en tramos de autopistas y autovías en función del índice de siniestrabilidad, características de la vía o condiciones climatológicas, y rebajar los límites de velocidad en carreteras convencionales y en algunas calles urbanas.
¿Qué sentido tiene correr a máximo130 km/h por vías públicas con un flamante Jaguar serie F-etc., con un motor de 340 hasta 495 caballos y una velocidad que puede alcanzar 260 hasta 300 km/h? Sin embargo para participar en las 24 Horas de Le Mans su potencia sería probablemente insuficiente. O por qué tener un Mercedes Roadster con un motor de cerca de 600 caballos que puede volar bajo a más de 300 km/h y que vale más de 200.000 euros. Que además engulla cantidad de gasolina y vomita más CO2 por kilómetro que lo que quisieran los Objetivos del Milenio. Y para ganar un rally en el monte, nada mejor que un “Mini”.
Bueno, algún sentido tendrá un cochazo para el que lo compra: ¿la “felicidad” de sentirse rico y de poder mostrarlo? (a éste, pagar las multas no le duele, quizás los puntos que se la caen del carné un poco más, pero tendrá un GPS de la última tecnología para evitar que le cacen) ¿Sentirse más que los demás? ¿Dar envidia al vecino? ¿Ser el centro de la atención en la carretera? Con la filosofía de “el que tiene más, es más”. ¿Sentirse poderoso, en proporción a su número de “Caballos Vapor”?
Los coches de hoy están llenos de alta tecnología electrónica y digital, pero les falta una que pueda registrar el historial completo de circulación y de conducción del chofer, con conexión a la DGT. O un sistema que acciona una alarma acústica insoportable cuando el vehículo supera el máximo de velocidad admitida. Pero igual entonces el chofer se metería tapones en las orejas, y el ruido molestaría a los demás automovilistas…
Han pasado dos siglos desde “La Belle Époque”. ¿Viviremos pronto una nueva época bonita? En las webs de venta de segunda mano se puede comprar ahora una carroza o calesa a partir de 1000€, y por un precio parecido un caballo, también de segunda mano. Para circular por la ciudad, porque se va a limitar la velocidad a 30km/h, casi como entonces. Pero entonces no era por imposición.