Así esperan los católicos de Corea del Sur al Papa Francisco
En los cinco días en los que Francisco recorrerá Seúl y otras tres ciudades, se espera que se de un baño de masas en el Día de la Juventud asiático, que visite una antigua iglesia que fue refugio de los primeros católicos en el país oriental y que beatifique a decenas de mártires coreanos del Siglo XVIII y IXX.
El hombre que es Papa desde hace 17 meses hará su tercera gira internacional, la primera en Asia desde 1999, cuando Juan Pablo II visitó Nueva Delhi. Y ya promete visitar el sudeste asiático el año que viene.
Ahora, ¿Por qué este renovado interés papal en Corea del Sur?
Primeramente, por un reconocimiento a los católicos en Oriente. La población católica de Corea del Norte creció astronómicamente durante los últimos 20 años, cuando dejó de ser perseguida por el régimen militar de 1980.
En dos décadas se multiplicó casi tres veces la cantidad de personas de esta religión: pasó de 1,86 millones en 1985 a 5,14 millones en 2005, cuando se hizo el último censo. Esto representa a casi un 11% de la población.
Sin embargo, desde el punto de vista del Vaticano, aún queda mucho por “evangelizar”. En Corea del Sur conviven un 18,3% de protestantes, 23% de budistas y 46% de ateos y agnósticos.
Pero esta no es la única motivación. Otra de las razones por las que Francisco viajó hasta Seúl es por un interés geopolítico y continental.
El Vaticano tiene las miras en China, donde una Iglesia paralela, leal al Papa, debe competir con la Iglesia Católica reconocida y controlada por el Partido Comunista. China y el Vaticano no se reconocen mutuamente. Sin embargo, el Papa intentará acercarse al pueblo chino en este viaje que comenzó ayer.
Sobre estos dos ejes girará la visita papal. En este viaje dará unos 11 discursos a los que habrá que estar atentos. Quién dice, tal vez el paso de un Papa traiga Paz a una tierra que – técnicamente -, está en guerra con el vecino del norte desde hace más de medio siglo.