No vamos a ceder ni un solo milímetro! Sería absurdo pretender darle vigencia al Laudo Arbitral de París, si cuando éste fue propuesto, nuestro país no tuvo participación debido a que Reino Unido decidió que Venezuela iba a ser representada por EEUU, teniendo en cuenta que ese país sólo defiende sus intereses.
Es importante conocer que hace 124 años se firmó el Laudo Arbitral de París, una sentencia emitida por un tribunal europeo el 3 de octubre de 1899 en la que se adjudicó a Reino Unido el derecho sobre 159 mil 542 km² del territorio Esequibo, perteneciente a Venezuela, y a pesar de todas las interpretaciones que existen, hay que recalcar que en 1966 cuando se firma el Acuerdo de Ginebra, la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró nulo al Laudo y lo deja sin efecto para iniciar una nueva etapa de resolución del conflicto a través de mecanismos dirigidos por la propia organización.
Ahora bien, a pesar de que ambos países involucrados en la controversia conocen la vigencia del Acuerdo de Ginebra, el 30 de enero de 2018 el gobierno de Guyana anunció que había consignado una solicitud ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para gestionar en esa instancia judicial “la confirmación de la validez legal y el carácter vinculante del Laudo Arbitral de 1899 sobre la frontera entre Guyana y Venezuela”.
Ante esta actuación, nos preguntamos ¿Por qué Guyana pretende darle legalidad a un instrumento que claramente perdió vigencia en el momento que se firmó el Acuerdo de Ginebra? Fácilmente, al leer los documentos mencionados, podemos develar que esa actitud se debe a que en 2015 durante las exploraciones realizadas por la Exxon Mobil, conocieron las reservas y riquezas que ese territorio venezolano posee. En ese año, la petrolera estadounidense anunció el descubrimiento de un importante yacimiento en el océano Atlántico, justo en la zona que entra en el histórico diferendo territorial, esos trabajos se realizaron solo con el aval del gobierno de Guyana, lo que provocó una nota de protesta desde nuestro país.
Luego, el pasado 28 de marzo de 2018, debido a la solicitud guyanesa ante la ONU, el Secretario General de la organización, Antonio Guterres manifestó “haber elegido la CIJ como la instancia para llegar a la solución de la controversia”.
Es entonces cuando en 1966 fueron reconocidos los derechos de Venezuela luego de largas negociaciones y cerca de concederse la independencia a la Guayana Británica, hoy República Cooperativa de Guyana, el gobierno de Reino Unido subscribió el Acuerdo de Ginebra reconociendo la reclamación de nuestra nación sobre el territorio Esequibo, expresados en 159 mil 542 km2 arrebatados por el Laudo Arbitral de París el 3 de octubre de 1899.
¿Por qué Venezuela no acepta la CIJ?
En el año 2015, cuando Guyana aprobó la incursión de la Exxon Mobil para realizar actividades de exploración en aguas que se encuentran en disputa, Venezuela solicitó formalmente a la ONU la designación de un buen oficiante para mediar en el conflicto.
Así, se solicitó al entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, por medio de una carta en la que invita a la pronta designación del buen oficiante, quien debería mediar entre los gobiernos para la solución, por la vía del diálogo y la paz, de la controversia territorial. Pero la organización no nombró al funcionario y es entonces cuando Guyana pidió de forma unilateral a la CIJ juzgar sobre la disputa territorial.
Ahora, habiéndose reconocido en 1966 con la firma del Acuerdo de Ginebra, la nulidad del Laudo de 1899 por parte de la comunidad internacional, la CIJ no tiene jurisdicción para evaluar y decidir al respecto.
De esta manera, Venezuela plantea ante esa Corte el papel de mediar en la solución del conflicto, pero a tenor del Acuerdo de Ginebra y nunca a instancia unilateral, sino ante la presentación del caso por ambas partes, en cumplimiento de los principios de buena fe y solución amigable de conflictos que fundamentan el mencionado pacto.
Para ello, nuestro país interpuso un documento ante la ONU en rechazo a la validación del Laudo Arbitral de París por parte de la CIJ, en el cual señala:
“El Acuerdo de Ginebra es la única norma taxativa general bilateral vigente, aplicable para dirimir, mediante negociaciones amistosas, la controversia territorial. Lo anterior niega la vía judicial, incapaz de alcanzar el arreglo práctico y satisfactorio que este Tratado impone a ambas partes. En ese sentido, Venezuela ha estado y está dispuesta a entregarse a dichas negociaciones amistosas para alcanzar un arreglo mutuamente satisfactorio”.
También añadió el Gobierno Bolivariano en ese documento presentado a la CIJ, que el Acuerdo de Ginebra establece que Guyana, una vez obtenida su independencia, se consideraría parte del mismo, por lo que el Gobierno guyanés debe acogerse al procedimiento establecido.
Es que ha sido una lucha desde nuestra independencia, cuando Venezuela era una Capitanía General, estaba incluido el territorio de la antigua Provincia de Guayana, que ocupaba la región Esequiba y es por ello que el 6 de marzo de 2006 se modificó, añadiendo la estrella a la bandera nacional para incorporar a la región de Guayana, reafirmando la deuda histórica según lo establecido en el decreto de Simón Bolívar del 20 de noviembre de 1817 respecto a las ocho provincias de nuestra nación.
Ante esto, vale la pena traer las palabras del diputado Diosdado Cabello cuando dice “Usted puede ser opositor, nosotros somos chavistas; encontrémonos en la defensa de Venezuela. Esa es una posición que es indeclinable, una posición ética, una posición patriótica, una posición bolivariana y es una posición de amor por esta Patria, este referéndum es una oportunidad histórica para sellar con tinta de Pueblo nuestro reclamo por la Guayana Esequiba”.
AMELYREN BASABE