¿Por qué la pasta es tan buena para el ciclismo? ¿Por qué la pasta es tan buena para los deportistas en general? Pues, para empezar, porque es rica en hidratos de carbono complejos, que son los que el organismo utiliza para obtener energía de forma continuada: un alimento que provoca ganancias de energía solo puede ser bueno.
Los beneficios de la pasta continúan con la rápida absorción de la energía en el organismo, precisamente porque es pobre en fibra, especialmente la pasta no integral. La rentabilidad de la pasta prosigue con su fácil digestión, ya que los nutrientes están disponibles rápidamente para ser absorbidos por el organismo. Y concluye con su agradable sabor, sobre todo si está al punto y acompañada de una salsa poderosa.
En definitiva, la pasta, que no es otra cosa sino trigo molido y desecado, se ha convertido en EL alimento esencial para el ciclista.
La capacidad de la pasta para metabolizarse rápidamente y recargar los depósitos de glucógeno muscular la convierten en la clave del éxito de muchos deportistas. Cuanto mayores sean las altas cargas de glucógeno, mayor capacidad obtendremos para mantener el ejercicio físico de forma intensa.
Pero es que además la pasta tiene un índice glucémico bajo, y esto provoca que el páncreas libere insulina de forma moderada y progresiva. Al hacer esto, la pasta evita que de nosotros se apodere la sensación de fatiga o cansancio. ¡Cuánto puede conseguir un plato de espaguetis!
Si quieres sentirte en plena forma, trata de alimentarte correctamente. Para eso tienes que rediseñar tu dieta e incluir un plato de pasta unas 3 horas antes de salir de ruta. Puedes prepararla en ensalada, con un poco de aceite de oliva virgen, con tomate natural (así aportarás las grasas justas al organismo) y cocínala “al dente” (esto es, ligeramente “entera”). Si además compras alguna de las marcas comerciales que se ofertan hoy el día al huevo, estarás aportando proteínas, también fundamentales para evitar el catabolismo muscular durante las sesiones de pedaleo.