¿Por qué las modelos de embarazadas y lactantes son la clave para las ventas de parachoques

Desde Chanel hasta Victoria’s Secret, las protuberancias visibles y la lactancia materna se utilizan cada vez más para vender ropa. Dice mucho sobre la cambiante relación de la moda con las mujeres.

Fashion ama romper sus propias reglas, luego las rompe, luego pretende que las reglas no existían, luego actúa como si todos hubieran sabido las reglas todo el tiempo, y desde el exterior solo hay una regla: ser delgado: esto lleva a Algunas conversaciones bastante complejas. Un año, encontrará un modelo de talla grande en cada pasarela, y el próximo año desaparecerán.

Pero la última frontera es la mujer embarazada, o, casi indistintamente, porque siempre te ves embarazada durante años, a menos que seas Madonna, la mujer que amamanta. Hubo un breve momento en 1991, cuando Annie Leibovitz puso a Demi Moore en la portada de Vanity Fair sin nada en absoluto (los comentaristas describen su postura como el «sostén de la mano»). Nada vino después. La mujer embarazada permaneció culturalmente invisible, lo que realmente es una sensación curiosa cuando estás en ella, dado que eres una ginorma.

La semana de la moda de Nueva York rompió ese artículo de fe el año pasado, cuando el show de Eckhaus Latta presentaba a Maia Ruth Lee , que tenía ocho meses de embarazo en ese momento, y llevaba un vestido tipo cárdigan con una abertura perfectamente abovedada para su gran tumba, como algo que una partera podría diseñe si él o ella tenían tanta prisa que querían medir el fondo de ojo de todos. Pero eso les recordó a todos: en realidad, esta década había habido algunos modelos de pasarelas embarazadas. Podría acomodarlos a todos en dos taxis, como los Dem Dems, pero nueve es más que ninguno.

También estuvo Jourdan Dunn para el espectáculo primavera / verano 2010 de Jean Paul Gaultier y la modelo italiana Bianca Balti para la colección otoño / invierno 2015 de Dolce & Gabbana.

Ashleigh Good, modelo de Nueva Zelanda, fue el último showstopper en el show de Chanel para el otoño / invierno 14/15, con un aspecto tan puro y punk, tan asombrosamente maravilloso, que los observadores cercanos pueden haber sentido ese escalofrío de los estándares de moda verdaderamente inalcanzables: cumplir con su criterios de tendencia, es posible que tenga que quedar embarazada.

Victoria’s Secret ha estado a la vanguardia, representando tres de esos nueve. Pero su pasarela siempre tiene una relación incómoda con la corriente principal de la moda, ya que es demasiado picante y descarada y parece que no entiende el punto (es arte, no ropa-porno), pero de vez en cuando pasa el tiempo para hacer una nueva y posiblemente mejor. uno.

Jenni Kayne, una marca de LA que podría poner en la categoría de athleisure, vio cómo las ventas se triplicaban luego de que una imagen de TyLynn Nguyen amamantando subiera en las vallas publicitarias de Nueva York este mes, desafiando los problemas de comercialización (¿quién compró por última vez algo que vio en una valla publicitaria? Nancy Reagan ?) pero también suposiciones más profundas acerca de dónde se encuentra nuestro ego en relación con las imágenes de la belleza femenina. Si fuéramos simplemente espectadores de la mirada masculina más urgente, una mujer que amamanta sería como una mujer normal, pero no tan buena. Pero si nos proyectamos a nosotros mismos, nuestras esperanzas y recuerdos, en la imagen, entonces tiene mucho sentido que esto aumente las ventas, ya que amamantar es una experiencia romántica mucho más profunda que, por ejemplo, tomar una ducha.

Sería fantasioso afirmar que las modelos embarazadas hacen mucho para difundir la idea de que el embarazo es, en sí mismo, hermoso. Pero todavía encuentro el desarrollo bastante alentador, para poner a la audiencia femenina en el centro de una forma de arte. Para un cambio sangriento.