Foto: Álvaro Pastor
Dos festivales, dos escándalos. Higuera de la Sierra y Andújar. En el primero, se donaba la recaudación para la Cabalgata de Reyes Magos del pueblo. En el segundo, para la parroquia de San Eufrasio. En los dos se ha liado la monumental, se habla de esquiroles; de toreros con traje corto que si no es por la autoridad -la benémerita- se lian a mamporrazos en el patio de cuadrillas; de otros a los que no le han dejado pasar al interior de la plaza; de dineros que no aparecen por ningún lado y de la vergüenza, que tampoco.
En Andújar directamente, y a palo seco, se les dijo a las cuadrillas por la mañana que no había dinero, y no había tu tía: a torear de gratis, que la taquilla no da para nada. Aparicio, López Simón y Jesulín, todos de la reata de Pepe Luis Segura, se niegan a torear bajo esas condiciones, mientras Rivera Ordoñez y Curro Díaz, que cuentan que son los esquiroles, aceptan doblar su actuación y matar los novillos de los huelguistas. Viendo el percal, y con el canguelo a que los denuncien por incomparecencia, el trío de poderdantes de Segura se presenta en la plaza por la tarde, vestidos para torear, y ahí es cuando les dice que nones. Se monta un lío lamentable, que acaba en denuncia de unos y festival de orejas y vítores para otros ante no más de dos mil personas.
En el otro festival, el de Higuera de la Sierra, la sangre no llegó al río, aunque sí las denuncias al juzgado. No se le abonó a los actuantes ni la mitad de lo convenido. Por no montar un altercado de orden público decidieron echar la tarde pa'lante y esperar el quite de los jueces. Tampoco se llegaba a mil personas.
Yo no entiendo de reglamentos, convenios ni de burocracia taurina. Ni me voy a molestar en entenderlo. Tampoco soy nadie para decir lo que está bien y está mal, pero hombre, si te anuncias en un festival con el fin de recaudar guita para comprar juguetes para la Cabalgata de Reyes o restaurar la torre de una iglesia, lo normal es que fuese de una manera completamente altruista. Y si no es así, que se anuncie como es debido y que haya transparencia. O que se busque a otros, que el escalafón está lleno de toreros que se mueren por ver un cuerno en una plaza.Nota: No es nada nuevo: todavía colea la encerrona de Jairo Miguel por los niños autistas que sólo dejó 218 euros de beneficio...
Nota 2: Leo en Ambitoros que en el festival de Andújar el beneficio era un 5% de la entrada, que oscilaba entre 30 y 40 euros...