"Dinero llama a dinero". Cientos de veces se ha repetido este dicho que es cierto como la vida misma. Si eres rico, tus posibilidades de aumentar exponencialmente el capital crecen como la espuma y no muchos misterios tras esta realidad. En primer lugar, mandan las leyes de la lógica económica pero también hay determinados aspectos subjetivos que inclinan una y otra vez la balanza a favor de los más adinerados.
Los economistas tienen perfectamente estudiado el fenómeno de las economías de escala, que son las ventajas que se obtienen por razón del tamaño. Pasa con las empresas y también con los individuos. Simplemente, cuanto mayor es el tamaño de tu cartera, más aumenta tu capacidad negociadora. Y como prueba, un botón. Ahora mismo, los mejores depósitos que ofrece el mercado española son para capitales superiores a 50.000 euros, según explican en Helpmycash.
Es el caso, por ejemplo, del depósito del Banco Espirito Santo a doce meses, que se puede contratar desde 50.000 euros y que no tiene ningún tipo de coste para el cliente. Otro caso parecido es el del depósito a 25 meses del banco Finantia Sofinloc, al 3,05%; e incluso a un 4% llega eldepósito a 12 meses del banco Pichincha pero para una inversión mínima de 100.000 euros. Todos son productos para carteras bien surtidas.
"Si tienes más dinero, puedes moverlo mejor", asegura Anna Portolés, de Helpmycash. De hecho, explica esta experta, cuando el Banco de España prohibió los "extratipos" en enero, dejó un margen del 20% para que los bancos remunerasen mejor a los clientes que quisieran retener. Obviamente, los más beneficiados fueron los grandes capitales. Además de que los ricos siempre aprovechan su posición negociadora para obtener los mejores descuentos y las comisiones más bajas, cuentan con la posibilidad de minimizar el pago de impuestos con la creación de sociedades como las SICAV, meramente patrimoniales, o incluso la creación de empresas instrumentales contra las que cargar gastos y recibos que puedan tener un mejor tratamiento impositivo.
Sin embargo, según explica el profesor y abogado Albert Font en el libro "Las 12 leyes de la negociación" (Conecta), hay otro fenómeno mucho más abstracto -o si se quiere subjetivo o espiritual-que explica por qué a los ricos les sale todo más barato, e incluso a veces hasta gratis. Y es que existe la creencia entre muchas personas de que al rico "hay que evitarle el desaire de tener que pagar algo".
Por ejemplo, apunta este experto desde el caso más modesto, las invitaciones para los estrenos de teatro las reciben solo quienes podrían pagarse la entrada sin problema, y nunca al revés. Lo mismo sucede con las invitaciones a cenar, comer o viajar gratis. Y según su experiencia profesional, otro tanto sucede con las herencias. "El buen burgués sin herederos directos nunca permitirá que su dinero vaya a la pariente pobre o a la sacrificada servidora que lo ha cuidado hasta la muerte. Prefieren dejárselo todo a un sobrino segundo que ya es rico, aunque sea un necio sin remedio".
Sugiere el profesor Font que cuando alguien intenta satisfacer los deseos y caprichos de los ricos, éstos casi nunca lo agradecerán porque "lo ven como algo debido". De hecho, explica, "a los ricos no les gusta que los pobres tomen decisiones de rico sin serlo".
Así, explica a modo de ejemplo, "en una de las múltiples herencias destinadas solo a los sobrinos ricos, los compasivos beneficiarios decidieron dar de todas formas cierta cantidad de dinero a la sobrina pobre y desheredada. Pero incluso esa donación estuvo en peligro porque uno de los parientes afirmó escandalizado que la prima Cecilia es muy derrochadora. ¿En qué se basaba ese juicio demoledor? En que la prima había sido vista tomando un café con leche en una cafetería. ¿A quién se le ocurre? Un pobre debe tomarse el café con leche en su casa", explica Font. - Fuente: Finanzas.