Pues la verdad es que el nombre tiene una historia,no me refiero al nombre en si, me refiero a por qué le puse Maria en lugar de cualquier otro. Estaba predestinanada a llamarse Maria, y para los que os preguntéis por qué es Maria, sin acento, es porque es en catalán,no porque se me olvide ponerlo. Al principio lo estuve usando(durante muy poquito tiempo)en castellano, María, con acento en la "i", pero luego tuve claro que sería en catalán, así es como me gusta más y así es como yo le hablo a ella.
En un tiempo muy lejano,mucho mucho, tan mucho que yo era renacuaja,el nombre que quería para mis futuros hijos lo tenía claro, Laia, para la niña, Marc para el niño. Esto lo mantuve durante muuuuchos años, crecí, me hice adolescente y seguía manteniendo estos dos nombres, conocí a mi marido (en una galaxia muy lejana hace ya casi 20 años, madre mía, como suena...al decir 20 años parece que seamos más mayores y solo tengo 38)y seguía con la misma idea fija; Marc y Laia, llegado el momento.
Solo tengo que deciros que a él nunca le gustaron, ni uno ni otro, Laia porque al haber una en la familia no le gusta repetir y Marc, pues no tengo ni idea, a pesar de todo...no le hacía mucho caso porque él tampoco nunca me daba otros nombres como opción, así que mis nombres eran intocables.
Pero todo cambió un día,en la primavera del 2004.
Desgraciadamente, mi abuela materna se puso enferma y se fue al cielo(me gusta decirlo así), no hace falta decir que para todos fue un duro golpetazo, está más que claro, pero hablaré de mi caso, cuando ella se fue a mi me costó mucho asimilarlo, mucho. Realmente, para mi fue la primera vez que perdí a alguien siendo yo consciente y mayor de edad.
Mi abuela era un sol, era una dulce abuelita, generosa, cariñosa,comprensiva,dulce,vamos...todo lo mejor en lo que se puede convertir una abuela,muy buena persona, la adorábamos todos los nietos, con eso os lo digo todo.
Y se llamaba María, a secas, no Mª de...solo María.
Cuando ella se fue, dije que cuando tuviera una niña la llamaría Maria, por ella, en su honor, y así lo mantuve, a la vista está.
En aquel entonces lo dije, pero como no tuve, y parecía que no iba a ser fácil tener hijos, pues supongo que mi marido tenía la esperanza que se me olvidara ese nombre, porque...cómo no!...tampoco le gustaba.
Nunca le hice caso en el tema nombres, la verdad, yo lo tuve claro y nunca lo quise cambiar,a parte de que me gustaba, era como hacer un feo a mi abuela si lo cambiaba, y no era una opción, era un hecho. Yo tenía claro como quería que mis hijos se llamaran, lo había tenido siempre,y como él no, pues no contemplaba más opción que los que yo eligiera, lo siento, pero así es.
Después de la marcha de mi abuela, de nuevo desgraciadamente, vino otra muy seguida, y luego otra, y al final, todo resultó un palo terrible.
Yo quería quedarme embarazada a toda costa, me decía a mi misma que necesitaba una alegría, una buena noticia, y no solo para mi, sino también para mi madre, pero ese embarazo nunca llegaba, jamás.
Fue entonces cuando Miguel empezó a negarse a ser padre. "Así no"... me decía. "No es buen momento, no estás bien,antes te tienes que recuperar".
Pero yo no me recuperaba, y cuando más me lo negaba, peor me sentía...recuerdo que llegué a rogarle que tuvieramos un hijo, yo sabía, o pensaba, que era la cura de todos mis males, a parte de ser algo que ya llevábamos buscando mucho tiempo antes y por lo tanto, para mi, era más que una cura para todos mis males, era algo muy deseado.Pero entre todo esto también me diagnosticaron el carcinoma de tiroides, así que eso, a la fuerza, tuvo que retrasar más tiempo cualquier embarazo, sumaron 2 años más.
Los que me habéis leído desde el inicio, ya sabéis la historia, sabéis los años que llevaba en busca de Maria, sabéis por todo o casi todo lo que tuve que pasar y soportar y sabéis que Maria...es "mi milagrito"...y por qué lo creo así?pues esto lo dejo para el próximo día...que no me gusta hacer las entradas muy largas para que todo el mundo llegue al final..jaja