Normalmente cuando estamos embarazadas, cualquier cosa, nos suele dar la señal de alarma. Son nueve meses durante los cuales debemos estar en alerta. Ya que no solo somos responsables de nuestra salud. Sino de la de nuestro futuro hijo también. Aunque en muchos casos, lo que nos llama la atención, no suele suponer ningún riesgo. Está bien que nos preocupemos y nos informemos de lo que nos provoca los síntomas o por que tiene un tipo de reacción nuestro cuerpo. Hoy vamos a tratar de explicaros, por que durante el embarazo, es común las hemorragias nasales. Y que podemos hacer cuando nos ocurre, esto.
¿Por qué sangra la nariz?
Todos conocemos muy bien lo que supone el sangrado de la nariz. Que por lo general, no conlleva ningún riesgo para nuestra salud. De hecho, la nariz es uno de los órganos, que más facilidad tiene para sangrar. Debido, a que está formada por una gran número de vasos sanguíneos de un tamaño ínfimo. Lo que les hace más propensos a sangrar. Además, debemos tener en cuenta, que la nariz, es un conducto, por donde está pasando aire a diferentes temperaturas durante todo el día. Lo que puede irritar las fosas, la interacción con un dedo, un frote o incluso unas condiciones adversas en la climatología, son suficiente, para que la nariz comience a sangrar. Sabemos que cuanto menor, es la humedad, más fácil resultará que sangremos.
La relación, entre las hemorragias y el embarazo.
En verdad, la relación entre el sangrado de la nariz durante el embarazo de una mujer. Es muy sencilla. Durante el embarazo, nuestra presión arterial aumenta considerablemente. Lo que supone, que nuestros vasos sanguíneos, tienen que transportar más cantidad de sangre, en menos tiempo. Como acabamos de ver, en la nariz, tenemos un gran número de estos vasos, que además, son muy frágiles. Con lo que nos juntamos con la combinación perfecta. Seguramente, si estás sometida a sequedad en el ambiente, como los aires acondicionados, las calefacciones… La probabilidad de que te sangre la nariz, será mayor. Debemos de tratar de mantener humedecidas las fosas nasales, para poder disminuir las incidencias.
¿Qué debemos hacer ante esta situación?
Lo mejor, es tomárnoslo, con calma. Seguro, que has vivido una situación parecida antes del embarazo. Y es muy fácil de solucionar, aunque puede ser muy escandalosa, por la impresión de la sangre. Tan solo debemos:
- Mantener la cabeza en alto.
- Presionar el orificio, durante unos 5-10 minutos.
Algo que nos puede ayudar, es el frío. Ya que los vasos con las bajas temperaturas, se contraerán. Llevando así menos cantidad de sangre, disminuirá el caudal. Y será más fácil de cortar la hemorragia. Podemos utilizar un poco de hielo, o algún alimento congelado.