1-PICAR SIN DARNOS CUENTA (BOICOTEANDO LA DIETA): En lugar de las cinco comidas diarias hacemos dos o tres y muchos días no desayunamos porque a primera hora no tenemos hambre. No comemos mucho, pero parece que todo nos engorda. Eso sí, cuando estamos estresadas o deprimidas la comida nos ayuda a relajarnos y sentirnos mejor (o eso creemos). -¿Por qué ocurre? Puede ser porque estamos estresadas y bajo presión el cuerpo segrega cortisol, una hormona que provoca una subida de la glucosa y aumenta nuestras ganas de comer dulces. Además, si los niveles son altos durante mucho tiempo, nos hinchamos. También es habitual picar cuando se deja pasar demasiado tiempo entre una comida y la siguiente o cuando nos saltamos alguna ingesta. -La solución... *Más triptófano: Nos sirve para fabricar serotonina, que regula el apetito y frena nuestras ganas de picar. Lo tenemos en cereales, huevos, legumbres, plátanos... *Más calcio: Si nos falta es probable que tomemos más grasas y dulces. *Ejercicio: Media hora de ejercicio diario ayuda a controlar la ansiedad y el picoteo.
2-HINCHADA TRAS LA COMIDA (LOS GASES SON LOS CULPABLES): Nuestro vientre está hinchado después de comer, incluso aunque hayamos comido poco. Y la mayoría de días nos levantamos planas, pero a medida que pasan las horas, vamos notando como nuestra barriga crece. -¿Por qué ocurre? El gas se genera durante la digestión, así que siempre hay, el problema es el exceso. Las causas de ese exceso son diversas: tomar alimentos ricos en grasas o picantes (los fritos, las legumbres o algunas verduras crudas son difíciles de digerir, así que mejor evitarlos), alguna intolerancia, el estrés o comer demasiado rápido. -La solución... *Enzimas digestivas: Estas sustancias ayudan al sistema digestivo a realizar sus funciones. Se encuentran de forma natural en la papaya o la piña natural. *Evitar las bebidas con gas: Provocan hinchazón y gases, sobre todo si las tomamos durante la comida. Además, substituiremos el café de la sobremesa por una infusión digestiva (boldo, hierba luisa, hinojo...).
3-HORMONAS (COMO MANTENERLAS BAJO CONTROL): Al principio del ciclo y los días previos nos sentimos más cansadas de lo habitual, irritadas, solemos ganar algo de peso y nos notamos hinchadas. También suelen aumentar nuestras ganas de tomar chocolate y dulces. -¿Por qué ocurre? La bajada de estrógenos tiene la culpa y provoca también una moderada retención de líquidos, que favorece la piel de naranja y un ligero aumento de peso (puede ser que ganemos hasta 2 kilos). -La solución.... *Menos glúcidos: Y también menos sal y grasas para aligerar la dieta. *Ejercicio: El de tipo aeróbico (caminar, nadar, ir en bici...) aumenta los niveles de serotonina, lo que frenará nuestro deseo de dulces.
4-RETENCIÓN DE LÍQUIDOS (KILOS DE QUITA Y PON): No conseguimos adelgazar pese a hacer dieta. Hasta nos parece que de un día para otro sumamos kilos. Además, nuestras manos y tobillos se hinchan y la antiestética celulitis gana terreno. La tripita también es otra de esas zonas críticas, y así vamos sintiéndonos cada vez menos a gusto con nuestro cuerpo. Nos han dicho que retenemos líquidos, por lo que decidimos beber menos para ver si acabamos con el problema. -¿Por qué ocurre? Además del sexo (afecta más a las mujeres por temas hormonales), otros factores como el exceso de sodio, el tabaco, el alcohol o también el estrés pueden dificultar la circulación de líquidos en el organismo. Y si el organismo es incapaz de eliminar todo el liquido que le sobra a través de la orina o el sudor se produce retención. -La solución... *Agua a todas horas. Unos 2 litros al día; mejor si se trata de agua hiposódica (menos de 20 gramos de sodio /litro de agua). *Menos sal: El máximo son unos 4 gramos al día. *Infusiones: De bardana, cola de caballo, diente de león... *Potasio: Elimina los líquidos que sobran. En setas, espárragos, alcachofas, plátano...
5-DIGESTIONES PESADAS (CUANDO LA SOBREMESA ES UN CASTIGO): Después de comer notamos siempre un dolor o malestar en la parte superior del abdomen, que suele ir acompañado de hinchazón, ardor o, incluso, de náuseas. Nos cuesta conciliar el sueño por la sensación de pesadez y hay algunos días en los que nos levantamos con el estómago revuelto, como empachada. -¿Por qué ocurre? La digestión es un proceso que puede durar de 14 a 48 horas, pero que se alarga cuando se ha comido en exceso, se han tomado alimentos ricos en grasas (fritos, rebozados, salsas con mantequilla...)o cuando se come muy rápido o existen intolerancias a determinados alimentos. Y si la digestión es muy lenta los alimentos pasan demasiado tiempo en el tracto digestivo, lo que provoca malestar. -La solución... *Menos grasas: Las grasas permanecen más tiempo en el estómago, y por eso enlentecen la digestión. *Sin pasarnos de fibra: Aumentaremos su consumo (25 gramoa diarios), pero no tenemos que pasarnos si queremos digerir sin molestias.