Por qué no todos tendremos éxito como emprendedores

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Hace tiempo que estoy dándole vueltas al tema y preguntándome por qué unos emprendedores triunfan o persisten y otros se desesperan y tiran la toalla. Quiero que las personas que estamos emprendiendo o queremos hacerlo, tengamos claro a qué nos enfrentamos, qué es más importante aún que el conocimiento, o sea, cuál es la actitud adecuada para emprender.

Y te confieso una cosa: dudé mucho antes de publicar este artículo, pensando que quizás alguna persona pudiera sentirse incómoda o molesta por algo que comparto en este post, quizá porque piense que tal vez no tendría éxito emprendiendo por sus cualidades personales. Por eso, antes que nada quiero advertirte que lo que cuento no es blanco o negro, que yo misma he estado en muchas de las situaciones que describo a continuación y la mayoría de ellas las he superado. Es decir, que todas las actitudes que describo se pueden desarrollar y potenciar o mejorar.

De esto trata el coaching, de nuestra capacidad innata de transformación, aprendizaje y crecimiento. Así que si algo te molesta o incomoda, te invito a acercarte a este artículo con la mente abierta, preguntándote: ¿que puedo hacer para mejorar esta área de mi vida? Y créeme, tienes recursos internos más que suficientes para crecer y superarte.

Por qué unos emprendedores consiguen resultados y otros se quedan a mitad de camino

Cada vez lo veo más claro. Puedes formarte muchísimo, hacer mil cursos, contratar a los mejores profesionales, pero si te falla la actitud tu proceso emprendedor tendrá muchas lagunas.

No es mi intención con este post juzgar a nadie. Al fin y al cabo cada persona tiene su personalidad, sus retos, sus necesidades puntuales, sus miedos y limitaciones. Yo misma estuve ahí hace años, cuando empecé este camino. Lo hice sin estrategia, sin mentores, con un blog bastante casero y escribiendo para todo el mundo y en realidad para nadie, más bien para mí misma. Y luego me extrañaba de que no me llegaran los resultados.

Pero conforme avanzaba, me fui dando cuenta de lo importante que es tener la actitud adecuada para emprender y tener resultados. Y hoy quiero compartir contigo mis conclusiones de estos últimos años.

Cómo logré pasar de ser una chica perdida a nivel laboral sin una dirección clara, llena de miedos e inseguridades a convertirme en una profesional que está cada vez más cerca de convertir su pequeño negocio de autónoma en una empresa. O convertirme en coach reconocida (estas semanas participo en una encuesta para seleccionar a los 100 mejores blogs de desarrollo personal y profesional, si te gustan mis contenidos y quieres ayudarme, puedes votarme en esta sencilla encuesta aquí, te lo agradecería mucho).

7 actitudes imprescindibles que todo emprendedor debe tener

A continuación te desvelo las 7 actitudes imprescindibles de un emprendedor que si no llegas a desarrollar, probablemente te cueste mucho conseguir resultados reales (y ojo: cuando hablo de un emprendedor, me refiero a uno con valores, no el conseguir por conseguir).

1# Responsabilidad

Esta es una actitud indispensable si quieres emprender. Emprender requiere responder ante tus clientes, ante tus proveedores, colaboradores, y sobre todo ante ti misma. Pero si en tu vida cotidiana no eres una persona responsable que cumple con sus promesas ante ti o ante los demás, ¿acaso crees que esto va a cambiar cuando emprendas?

Para mí la responsabilidad tiene mucho que ver con valores. Si cumplir lo que te has propuesto es un valor indispensable para ti, te aseguro que tus clientes lo notarán y confiarán más en ti. Yo personalmente confío en aquellos que cumplen con su palabra. ¿Es este también tu caso?

Te pongo un ejemplo muy actual para mí: algunas personas solicitan sesiones previas conmigo y cuando les escribo para confirmar la hora tardan meses en contestarte o ni siquiera lo hacen (e incluso no aparecen en el momento de la llamada).

¿De verdad creen que esa actitud les llevará a emprender con éxito? Si no puedes responsabilizarte de responder un email que se supone te importa, ¿tal vez lo que estás persiguiendo -en este caso emprender- no sea realmente importante para ti?

2# Proactividad y autonomía

Para mí la proactividad es clave a la hora de emprender. Yo he trabajado con varios mentores a lo largo de estos años pero siempre he buscado soluciones por mi cuenta. El hecho de contratar a un profesional no significa que te dará todo digerido, hay decisiones que tú mismo tienes que tomar, hay cosas que tendrás que implementar por tu cuenta. No todo lo que aprendas te servirá al 100%, tendrás que desechar algunas cosas y probar otras.

Innovar, probar, experimentar, buscar nuevas soluciones. Investigar, indagar. Si no cuentas con todo esto y sólo quieres aplicar lo que te enseñan tal cual, sin pararte a analizar si puedes mejorarlo o adaptarlo a tu estilo, tampoco tendrás buenos resultados. Quizás en un momento dado sí, pero un emprendedor nunca deja de innovar, mejorar y crecer. Si te estancas, es que decreces.

La buena noticia es que todas las personas somos emprendedores por naturaleza, si no, no habríamos llegado como especie hasta aquí

En el coaching estratégico hablamos mucho de ingenio y recursos. Estos últimos son limitados (dinero, tiempo, contactos, conocimientos tecnológicos), mientras que el ingenio y la creatividad son ilimitados. Aquí hablamos de pasión, determinación, ganas, fuerza, coraje, no rendirte, etc.

Ya sabes que para emprender es más importante el ingenio que los recursos. Y esto siempre lo vamos a poder desarrollar porque aprender es una capacidad innata del ser humano, como cuenta el conferencista y autor del bestseller "Aprendiendo de los mejores" Francisco Alcaide, al que pronto tendrás en una entrevista exclusiva en mi blog (con sorteo de su libro incluido).

3# Optimismo y resiliencia vs. victimismo

Como mentora y coach que soy, te confesaré que es muy difícil trabajar con alguien que sólo ve el lado negativo de la situación, que se desespera por no ver resultados rápidos, que se queja de todo y cuando le propones opciones, las cuestiona una por una.

El optimismo y la positividad son claves para emprender. Ya sabemos que emprender es una tarea que no te garantiza resultados exactos en un tiempo concreto, tiene un alto componente de incertidumbre.

Pues bien, si te empeñas en controlarlo todo, verás que las cosas se escapan constantemente de tu control y eso te podrá frustrar y desesperar, llegando a pensar que tal vez no merece la pena.

Por eso es esencial mantener un alto nivel de energía que te genere optimismo y te haga levantarte en momentos difíciles. Aquí hablamos del concepto de resiliencia, esencial para salir a flote en situaciones que no controlas.

Muchas de mis acciones que he llevado a cabo no me dieron los frutos esperados y a veces me frustraba, pero no podía mantenerme mucho tiempo así, porque tenía que seguir creando, emprendiendo, encontrar nuevas ideas y dar lo mejor de mí a mis lectores, alumnos y clientes.

Y si no me crees, te invito a leer uno de los posts que más éxito han tenido en mi blog, cuando a una de las charlas gratuitas que preparé con mucha ilusión no acudió ni una sola persona. Lo titulé Mi primera decepción como emprendedora.

4# Fuera excusas

Si eres de los que ponen excusas a todo, siento mucho decirte que tampoco te será fácil emprender. Por ejemplo, si estás en un proceso de coaching y de manera recurrente no cumples con el plan de acción propuesto, encontrando siempre excusas de todo tipo que no te permitieron realizarlo.

Recuerda que tal como eres en tu vida en general, serás como emprendedor. Y más aún: los clientes que te lleguen serán parecidos a ti. Es decir, si tú pones excusas, ellos también las pondrán y al final no harás un trabajo efectivo. Y es que nunca dejo de decir que la vida es un espejo; aprendemos de todo y de todos: de nuestros clientes, proveedores, colaboradores, etc

Para mí las excusas son un síntoma claro de que este no es tu camino. O que tienes un miedo enorme que deberías trabajar antes de lanzarte a la piscina.

Y de nuevo, insisto, yo también he estado ahí.

Me sucedió en un proceso de coaching siendo coachee (cliente), cuando quise ponerme en forma. No había manera de que cumpliera mi plan de acción, siempre había alguna excusa que no me permitía hacerlo. El mal tiempo, el cansancio, la falta de tiempo, el buen tiempo, mucho trabajo, etc. etc.

Al final llegué a la conclusión de que simplemente no quería hacerlo (el plan era ir al gimnasio al menos 2 veces por semana). Por más que mi mente me dijera que era bueno para mí, mi inconsciente se aferraba a las excusas y no conseguí mejorar.

También puede suceder que sí deseas emprender y este sea tu sueño pero tu miedo sea tan grande que las excusas se convierten en tu salvación.

Aquí hablamos de 2 zonas en las que habitamos los seres humanos normalmente: la zona de seguridad o de confort (te duele pero no lo suficiente como pasar a la acción) y la zona de calidad o de crecimiento (donde hay miedo, incertidumbre, riesgo... pero que es inevitable transitar si quieres crecer). En este vídeo te cuento cómo pasar de la zona de confort a la de seguridad. O cómo saber si tu miedo es más grande que tu sueño.

5# Buscadores de salvación

A veces me encuentro con personas que creen que por contratar a un coach o un mentor, éste les resolverá sus problemas en cuestión de pocas sesiones.

Incluso hubo alguien que llegó a reprocharme que "no estuviera lo suficientemente pendiente" de ese cliente para que cumpliera con su plan de acción o estuviera más motivado. Pero siendo sinceros, éste no es mi trabajo como coach.

Un coach te da las herramientas, pautas, trabaja contigo a nivel profundo y de mindset en las sesiones, si es mentor además te ayuda con la estrategia, te da su visión, te amplía tu punto de vista, pero no es alguien que estará llamándote cada día para ver cómo vas, porque no es tu niñera ni tu salvador.

Si tienes dudas o problemas, me puedes escribir como cliente y te responderé encantada, pero no estaré vigilando tus pasos a cada momento. Y si hiciera eso tampoco te estaría haciendo ningún favor. Porque ¿qué pasará contigo cuando ya no trabajes con tu coach? Se trata de que te entrenes para ser autónomo en tu proceso emprendedor y no dependas siempre de alguien que esté guiando y supervisando cada uno de los pasos que das.

6# Tus clientes son un reflejo de ti

Eso ya lo había mencionado más arriba. ¿Sabías que tu actitud determina cómo te van a tratar a ti tus propios clientes? Si buscas lo low cost, te llegarán clientes de ese tipo. Si pagas tarde y mal, también pasará lo mismo con la mayoría de tus clientes.

En realidad tú eres tu primer cliente. Tal como te comportes como cliente y sea tu manera de ser y actuar, así se comportarán tus futuros clientes, serán similares a ti. Obviamente no es una regla estricta. Tendrás todo tipo de clientes: comprometidos o más perezosos, que pagan a tiempo y ni les tienes que avisar o aquellos a los que tendrás que insistir casi (y créeme, es una cosa super incómoda, al menos para mí).

Obviamente aquí hay un trabajo también con el tema de creencias limitantes y de coherencia. Por ejemplo, si yo nunca he invertido en un proceso de alto valor, ¿cómo voy a pretender vender algo a este precio? Si yo busco lo barato pero quiero cobrar caro, esa incoherencia me dificultará ofrecer mis servicios porque por dentro sentiré que estoy engañando al otro.

Hace poco me escribió una chica preguntando cómo podía obtener ingresos a través de internet sin hacer ningún tipo de inversión porque no tenía recursos. Tuve que ser muy sincera con ella. Le dije que no conocía formas de emprender sin invertir absolutamente nada.

Es cierto que yo empecé con un blog en wordpress gratuito, pero no me daba para comer. Ni siquiera podía tener una lista de suscriptores porque para eso había que instalar un plugin y para ello debía tener dominio y hosting propios (o sea, de pago). Y sólo empecé a obtener resultados después de invertir en mi blog, en plugins, en tecnología y formarme en cuestiones técnicas y de marketing que no controlaba.

7# Claridad y compromiso

Cuando emprendes has de tener las cosas muy claras y dejarlo claro a los demás. Si vas con medias tintas, si no dices las cosas como son... al final no tendrás credibilidad y si no confían en ti no terminarán comprando tus productos o servicios.

Me ha pasado trabajar con personas que te decían sí a todo (planes de acción, acuerdos en cuanto a pagos y plazos), pero llegado el momento de la verdad no daban respuestas, evadían sus compromisos, no cumplían sus planes de acción, etc. Afortunadamente eso era antes, ahora cada vez más me llegan más personas comprometidas y con las que me siento muy a gusto trabajando.

¿Cómo lo he conseguido? Dejando las cosas muy claras desde el principio, siendo asertiva a la hora de explicar cómo trabajaremos, cuáles son los mínimos a los que se debe comprometer el cliente, etc.

Piensa que si no eres capaz de actuar desde dentro con claridad y compromiso, ¿cómo vas a tener un negocio próspero? Te vas a engañar a ti mismo constantemente, vas a procrastinar, vas a encontrar excusas de todo tipo y no vas a cumplir con tus compromisos personales y de cara a otras personas.

Y así, siento tener que decirlo, no llegarán resultados, porque esta es la verdad: emprender es un camino duro y arduo, hay muchos obstáculos que superar, mucho esfuerzo, dinero y tiempo que invertir.

Sí, la semana laboral de 4 horas suena muy bonito pero ¿de verdad piensas que trabajando 4 horas a la semana lograrás vivir de tu pasión emprendiendo? Quizás cuando seas muy grande y tengas a mucha gente trabajando para ti y gestionando tu negocio... o ni eso. Depende también de tu modelo de negocio, por supuesto.

Pero no nos engañemos: crear un proyecto de cero cuesta y requiere de disciplina, paciencia y constancia. Y también de resiliencia, compromiso y autonomía.

¿Cuentas tú con estas actitudes?

Al final no quiero decir que si no eres "perfecto" no emprendas. No me malinterpretes. Todo esto se puede trabajar con un mentor, un coach, gracias a herramientas de desarrollo personal, etc.

Pero al final el resultado y el cambio es tuyo, de nadie más.

Espero que no te haya molestado si te has sentido identificado con alguna de las actitudes que describo más arriba. Ya te dije que yo misma pasé por muchas de esas situaciones y a día de hoy de vez en cuando me encuentro en algún punto donde siento que tengo que trabajarme por dentro. Por ejemplo, mi exceso de flexibilidad juega a menudo en mi contra.

Simplemente espero que te haya servido para reflexionar y, por supuesto, me encantaría conocer tu punto de vista. Escríbenos en los comentarios: ¿cuentas con esas cualidades si eres emprendedor?, ¿te resuena algo de lo que he contado?, ¿añadirías alguna actitud más que consideras indispensable para emprender? Me encantaría escucharte y poder darte feedback.