Mucha gente cree erróneamente que necesita tener un programa de entrenamiento muy complejo con una elaborada lista de suplementos y una voluntad de hierro para ponerse en forma.
Por eso la gente se gasta tanto dinero en entrenadores personales, en gimnasios, en creatina, en batidos de proteínas y en programas como ‘Insanity Workout’.
Pero eso no debería ser cierto.
En realidad, siempre que te ciñas a un programa de entrenamiento relativamente decente y seas constante, deberías ver resultados.
Incluso si sólo haces unas cuantas flexiones cada noche, esto debería ser suficiente para provocar algún cambio positivo en tu cuerpo.
¿Podría ser mejor? Seguro, pero debería ser suficiente para hacer algo.
Entonces, si eso es lo que estás haciendo y tu entrenamiento es realmente consistente… ¿Por qué no ves los resultados que quieres? Bueno, hay algunas razones…
No estás dando todo de ti
La primera causa, y la más probable, es que no te estás esforzando lo suficiente en tu entrenamiento.
No es suficiente con seguir los movimientos cuando levantas pesas o realizas CV; tienes que esforzarte de verdad y tienes que trabajar lo suficiente para sentir el ardor o el bombeo en tus músculos y tienes que sentir el sudor que se forma en tu cuerpo.
Un gran error que puedes cometer es dejar la televisión encendida mientras entrenas.
Esto puede distraerte de tu entrenamiento y evitar que te concentres realmente en los músculos mientras los levantas o te mueves.
El resto de tu vida es el problema
Si estás entrenando todo lo que puedes y parece que no puedes quitarte esos últimos kilos, entonces puede que tengas que echar un vistazo al resto de tu régimen de entrenamiento.
Lo más probable es que descubras que no eres tan activo el resto del tiempo como podrías.
No estamos diseñados para estar en gran medida inmóviles las 24 horas del día y luego entrenar intensamente durante 30 minutos.
Si realmente quieres estar sano y en forma, deberías estar descansando o entrenando constantemente.
Por lo tanto, revise su rutina y vea dónde podría incluir más paseos, más carreras o tal vez una clase de ejercicios.
Tus hormonas se interponen en el camino
Si tienes un perfil hormonal incorrecto, tu cuerpo será propenso a quemar grasa y músculo para obtener energía en lugar de almacenarla.
Eso te convierte en un ectomorfo.
O quizás seas alguien que almacena grasa con mucha facilidad y no puede perder peso.
Esto podría estar causado por algún tipo de condición médica.
Habla con tu médico sobre la posibilidad de que puedas estar sufriendo de baja testosterona, hipotiroidismo u ovarios poliquísticos.
Aunque no estés clínicamente “mal”, puede ser que tengas la testosterona baja, la T4 baja o una sensibilidad a la insulina deficiente.
Por suerte, normalmente hay cosas que se pueden hacer para solucionar esta situación.
Una de las mejores opciones es entrenar más regularmente.
Otra es comer más.
Arregla tus hormonas y harás el entrenamiento mucho más fácil.
6 errores por los que no ves los resultados de tu entrenamiento de glúteos