Una de las "comedias" más exitosas de los últimos años, es la conocida How I Met Your Mother, (Cómo conocí a vuestra madre en España).
Una serie que ha durado nueve largas temporadas, de las cuales sólo pude aguantar hasta la segunda, y a duras penas. Son muchos los motivos por los cuales no sólo aborrecí esta basura, sino que llegué a odiarla, sintiendo una arcadas irrefrenables cuando por casualidad me la encuentro haciendo zaping en la televisión, similares a las que experimentaba Alex en La naranja mecánica. Pero no todo viene de un calentón puntual, un caso aislado que detonó toda mi ira hacia el producto de la CBS. Todo tiene una explicación, y aquí va:
Corría el año 2005, todavía en España no sonaba demasiado fuerte, es más, prácticamente no se conocía. Con la emisión del último capítulo de Friends, parece que la gente cargó sus cabezas de nostálgia, una nostálgia diferente, aquel tipo del cual te deja ese vacío existencial de haber crecido con algo y que de pronto se acaba. Es normal. La NBC había dejado el listón muy alto, y se había dejado también mucha pasta en los sueldos de los actores que, más allá de exigir un final digno a la serie, lo único que pidieron era más y más dinero, por lo que se convirtieron en los actores mejor pagados de la historia de la televisión. Si mal no recuerdo se levantaban un millón neto de dólares por capítulo. Luego lo rebasó Charlie Sheen, llegando a cobrar kilo y medio. Ya veis.
Un año después llegó la nueva comedia que prometía hacer olvidar, o al menos, hacer de placebo a todos aquellos fans que habían llorado el final de la serie de amigos. Más allá de querer innovar, la serie ya contaba con un formato misteriosamente similar, en el cual una serie de colegas vivían en un mismo piso, y pasaban todo tipo de historias graciosas, (ésto último lo lanzo con la más grande de las ironías). Pero vayamos por puntos. Comencemos por los personajes y la historia.
En la ciudad de New York, un arquitecto, un abogado, una presentadora de noticias fracasada, una... creo que era artista y a su vez profesora de educación infantil, y el graciosillo de la serie, el eterno soltero que trabaja en la banca.
Partiendo de la base de que los personajes podrían haber sido más originales, que bueno, en cierto modo lo que buscaban eran que fuesen lo más cercanos a nosotros, y muchos se indentificasen con ellos, podría ser hasta pasable.
Ted: El soltero de gala. Obsesionado con su trabajo, y con la cansina idea de encontrar el amor y casarse. Se pasa la mayor parte de los capítulos, por no decir el capítulo entero lloriqueando por sus desdichas amorosas. Prepotente, aburrido, estúpido, incoherente y si añadimos la voz del doblaje que le ponen, pues para qué queremos más.
Marshall: El amigo fuerte, alto y bobalicón. Su existencia en la serie se basa en poner cara de gilipollas, y satisfacer todas las tonterías que su novia Lily le olbiga a hacer. Quería ser abogado naturalista para salvar al mundo, pero al final acaba en el banco de Barney cual vendido que es. Al menos hasta donde yo sé. No me extraña nada que su actor original Jason Segel, acabase inmerso en al alcoholismo después de interpretar este papel.
Lily: La estúpida novia de Marshall. Se le antojó irse un día a vivir a California o algo así, pero volvió. Se pasa el día sacando teorías absurdas que se supone que tienen que generar cantidad de carcajadas, aunque lo que realmente genera es una mala hostia insoportable.
Robin: La chica canadiense que va a EEUU a buscarse la vida y a labrarse un futuro como presentadora. Como es de Canadá, pues ya es un blanco fácil para los típicos chistecitos entre EEUU y el país vecino. ¡Qué guay, cómo me río!
Barney: La definición perfecta de cliché. El amigo soltero, que no tiene intención de sentar la cabeza jamás, el ligón del grupo, y a su vez el graciosillo que su vida gira en torno a ligar con mujeres estúpidas. Machismo en estado puro, pero es normal, la serie está cargada de ésto, y ahora lo explicaré.
Después de definir lo que son bajo mi punto de vista los personajes principales, vamos a hablar un poco del desarrollo del todo. Pese a comenzar de una forma más o menos decente, incluso con alguna gracieta ingeniosa, no tardó en amoldarse a los estándares de la televisión en abierto y su respectiva censura. Más allá de esto, a medida que las temporadas fueron en aumento, comenzaron a usarse términos como "follar, hijo de puta, joder" y demás. Supongo que era demasiado light hasta para ellos.
Toda la serie está cargada de humor infantil, insulso, carente de gracia. Los personajes más allá de hacer la más minima gracia, dan ganas de matarlos a todos, e incluso hacer un ciempiés humano con ellos sólo para el goce de tus sentidos. Ya que parece que todo gira en torno al amor, y a los ligues por parte de los hombres, se pueden contemplar escenas totalmente ridículas de ligue, que por desgracia se ha trasladado a la vida real, pudiendo ver con nuestros propios ojos, como muchos de los babosos de turno de garitos y bares, lo intentan con las gracietas de Barney y Ted, fracasando una vez tras otra, y haciendo el mayor de los ridículos. Así como algunos gilipollas que ahora se dedican a salir con traje en honor a su ídolo televisivo que tantos buenos ratos les hace pasar en pantalla mientras se liga a mujeres, que parece que su única función es parecer lo más tontitas posibles. Y esto es una verguenza, al menos en lo que a mi respecta. La notoriedad de hacer parecer imbéciles a las mujeres que se ligan, pero es que si os fijáis, todas las que no pertenecen al reparto protagonista, ya sean principales o secundarias, todas, absolutamente todas las demás son tontas. Si esto no es machismo, que baje Dios y lo vea.
Luego otra cosa que hace hervir la sangre a cualquiera son los chitecitos repetitivos a lo Cruz y Raya. Las tonterías que se encargan en volver a decir una y otra, y otra vez a lo largo del capítulo, o de la temporada. Esa forma de humor comiendo bocadillos para evitar decir que fuman marihuana. Esas conversaciones forzadas, en las que siempre salen como estaba planeado para que todos siempre queden genial. El llevar al extremo situaciones absurdas, y por favor, las cutres escenas de sexo, que si no puedes, no las muestres, pero eso no por favor.
Una serie desperdicio, que a parte de no valer ni para entretenerte, la han ido alargando y alargando hasta no poder más y cuándo finalmente terminó, la gente, o al menos la mayoría por lo que he podido comentar con algunos pobres torturados y torturadas que se la tragaron hasta el final, fue sencillamente un: Menuda mierda.Propiedad de ElAltramuz.com