
Un estudio encontró que cuando nos enfocamos en la armonía de una pieza musical, experimentamos una mayor actividad en las áreas auditivas del lóbulo temporal derecho. Varios estudios han demostrado que el lóbulo temporal es una región clave para la comprensión de ciertos rasgos musicales.
Sin embargo, trabaja en estrecha colaboración con las áreas en el lóbulo frontal responsable de formar la sintaxis musical significativa o estructura. Para un experimento, de 2001, en la Universidad McGill se usaron escáneres cerebrales para estudiar los mecanismos neurales de la piel de gallina que la buena música a veces puede inducir. Encontraron que en las estructuras del cerebro se activan las mismas regiones vinculadas a otros estímulos eufóricos, como la alimentación, el sexo y las drogas. El flujo sanguíneo en el cerebro se eleva y se centra en zonas asociadas con la recompensa, la emoción y la excitación. Una conclusión: el hecho de que la actividad neuronal, al escuchar música, active partes del cerebro que se activan en procesos relacionados a la supervivencia de un organismo, como alimentarse por ejemplo, supone alguna ventaja evolutiva proveniente de escuchar música.