Un estudio de la Universidad de Lausana asegura que se trata de una confusión de nuestro cerebro, que equivoca la posición de nuestro propio cuerpo en el espacio.
A todos nos ha pasado alguna vez. Nos encontramos solos, en un lugar en el que sabemos con certeza que no puede haber nadie alrededor y, de repente, notamos una presencia que nos acompaña. Aunque a lo largo de la historia se han barajado numerosas teorías sobre esta extraña sensación, un reciente estudio realizado por la Universidad Politécnica Federal de Lausana (Suíza) acaba de revelar que es nuestro propio cerebro el que provoca esta situación. Según la investigación, publicada recientemente por la revista Current Biology, se trata de una alteración momentánea que se registra en un área del cerebro en el que se registra nuestra percepción de uno mismo y la posición de nuestro propio cuerpo en el espacio.
Para probar su teoría, los investigadores estudiaron la reacción de 48 personas ante la alteración de la percepción neuronal de dicha región del cerebro. Para ello, se les pidió que manipulasen un robot con las manos y que lo colocasen en distintas posturas. Al mismo tiempo, se les colocó otro segundo robot en la espalda que reproducía sobre el cuerpo de los voluntarios el movimiento exacto que ellos estaban realizando con el primer robot. Pasado un tiempo, los investigadores hicieron parar al segundo robot, lo que provocó que gran parte de las personas sometidas al estudio asegurasen comenzar a sentir la presencia de una persona en la habitación.
De este modo, los autores del estudio aseguran que la sensación de estar siendo observados o de tener "un fantasma" a nuestro alrededor se produce por una confusión del cerebro que equivoca la posición de nuestro propio cuerpo y crea la percepción de que estamos acompañados por otra persona. Según explica el investigador Giulio Riognini, de la Universidad de Lausana, esto explica que "cuando nos encontramos sentados, sentimos como esa presencia también está sentada y cuando nos encontramos de pie tenemos la sensación de que se encuentra de pie a nuestro lado".