Un caso sorprendente en el Reino Unido. Un parpadeo le salvó de la muerte en el último momento. El británico Richard Rudd está en coma tras un accidente de moto hace un año. Richard trabajaba como conductor de autoescuela hasta el 23 de octubre del pasado año, cuando un coche lo arrolló a la salida de una gasolinera y lo expulsó a seis metros de su motocicleta. La caída lo convirtió en una persona parapléjica. Pero no quedó ahí la cosa. En el hospital contrajo una infección que le sumió en un estado de coma, que durante días parecía la antesala de la muerte.
Ni un signo de comunicación por parte del paciente. Su padre, decidido a lo que pensaba ser la voluntad de su hijo, autorizó entonces a los médicos a que lo desenchufaran. Entonces, algo insólito ocurrió. El doctor que lo atendía descubrió que, cuando le preguntaba si quería seguir viviendo, Richard movía los ojos en la dirección requerida, pidiendo vivir. Y esto se repitió durante tres veces.
Antes del accidente, Richard había hablado con una de sus hijas sobre un conocido que había padecido un accidente similar y le dijo que sile pasaba algo así, no quería seguir viviendo. Qué hubiera sucedido si Richard hubiese dejado escrito un testamento vital?
Todo parece indicar que el hecho de que Richard no hubiera redactado este documento es lo que le ha salvado la vida. Desde su parpadeo inicial, su salud ha ido mejorando. Le han trasladado a una unidad dondr requiere menos cuidados y pronto empezará a aprender a usar la lengua, sus ojos y su músculos faciales, paralizados por las secuelas del accidente. Algunos pueden redactar un testamento vital muy alegremente, pero luego cuando se encuentran en la situación real, las cosas se ven de distinta manera. El padre de Richard lo manifiesta de una forma rotunda: "Por mi parte, me alegro de que esté vivo y de que no hiciera un testamento en vida".