¿Por qué se siguen usando las encuestas políticas?

Publicado el 06 septiembre 2017 por Arcorelli @jjimeneza1972

La pregunta del título puede sólo merecer una respuesta rápida y obvia: Porque se necesita algo de información, y ese tipo de información sólo la pueden entregar las encuestas. Lo cual es válido, pero sigue dejando abierta la pregunta de los usos. En otras palabras, ¿cuanta confianza podemos tener en sus resultados? Y dado ello, ¿qué es lo que se puede hacer con ellas?

Ahora bien, sabemos -puesto que ya hemos tenido una elección relativamente masiva- que las encuestas tienen serios problemas. Demos por ciertas todas las prevenciones que hacían (o podían hacer) de quienes hacían encuestas en ese momento: Que no eran encuestas electorales, que claramente no estaban preguntando por voto de primaria, que la primaria no es la presidencial, que no se podían usar para predecir. Sin embargo, uno podría suponer que al menos debieran haber estado en las principales tendencias.

El caso es que no lo estuvieron. De los principales resultados sólo que Piñera estaría primero, y con distancia importante, era algo que ya estaba en las encuestas. Pero, ¿había alguna encuesta que diera que Ossandón tendría algo menos de la mitad de la votación de Piñera? ¿Existió alguna encuesta que nos dijera que Ossandón obtendría una votación similar a la totalidad del Frente Amplio? Repito: No estoy pidiendo que las encuestas dieran numéricamente cerca de los resultados (no he nombrado ningún porcentaje para el caso), sólo que estuvieran cerca de las principales tendencias.

Elecciones Primarias de Julio y Encuestas 

Candidato Primarias (2 Julio) Adimark (Junio) Cadem (30 Junio) CEP (Abril-Mayo)

Piñera 47,4 57,4 45,8 69,1

Ossandón 21,3 7,4 14,6 15,7

Kast 12,5 5,6 10,4 0,9

Total CHV 81,2 70,4 70,8 85,7

Sánchez 12,7 24,1 22,9 14,0

Mayol 6,1 5,6 6,3 0,3

Total FA 18,8 29,7 29,2 14,3

NOTA: Los porcentajes están calculados en torno a lo que sumaban los cinco candidatos en la primaria, no en relación con la población general, para hacerlos comparables.

Y si en ese caso no estuvieron ni cerca, ¿por qué debiéramos pensar que están cerca ahora? Y nuevamente, no estamos hablando de un tema de puntos más o puntos menos, sino de las grandes tendencias.

Cuando recordamos lo endeble que son las bases metodológicas de varias encuestas. No estará de más recordar que no todas las encuestas de las que se habla y discute cumplen siquiera con representar todo el territorio; lo que no deja de ser relevante cuando la conducta electoral difiere entre los diversos territorios. Pensemos que la encuesta CEP -aunque la más lejana de la votación, y por lo tanto con casi nula presencia de Mayol o Kast (que se levantan más bien posteriormente)- es la que mejor apuntó a la votación de Sánchez. Precisamente el hecho de ser encuesta nacional permite eso, al salir de  espacios donde Sánchez le fue mejor (más urbanos por ejemplo).

Podemos seguir: También podemos recordar que dado que estamos ante voto voluntario se necesitan modelos de predicción de voto, y que no tenemos -hasta donde llega mi conocimiento- estudios que muestren que los modelos pensados y aplicados al respecto efectivamente funcionan en Chile (creo que sólo Mori intentó hacer ello). Al fin y al cabo, en Chile no se usan mucho las encuestas a salida de urna porque esa herramienta, de uso común en tantas partes, tuvo un fracaso estrepitoso cuando se intentó aplicar en Chile.

Es cierto, por otra parte, que no tenemos otras fuentes, y que no queda más que usar la información que se tiene. Lo que se requiere es usarlas con circunspección. Pero, al mismo tiempo, cuando se las usa de ese modo, ¿cuánto es lo que efectivamente aportan? El dato que es claro en todas las encuestas, y que podemos dar por cierto, es que Piñera es el candidato en primer lugar, y a distancia del resto, pero ¿necesitamos las encuestas para saber ello?

La utilidad de las encuestas, al final, depende de la respuesta a esa pregunta. Yo tengo la impresión que para ese tipo de resultado basta con vivir en la sociedad; pero conociendo, al mismo tiempo, la facilidad con que las personas se engañan sobre estos temas, quizás sí -incluso ese tipo de resultado general ya sea lo suficientemente valioso.

NOTA FINAL: Es cierto que esta entrada se podría haber hecho bastantes meses antes, pero en fin, la vida y todo eso no siempre permite escribir cuando uno primero lo había pensado. Sería más adecuado probablemente analizar la última CEP, al menos sería más atingente, pero mejor tarde que nunca supongo.