Por qué siempre tenemos hambre en la noche y qué lo provoca

Publicado el 29 diciembre 2025 por Abvec @abvec
Sentir hambre en la noche es algo muy común y una de las razones por las que muchas personas terminan comiendo más de lo que desean antes de dormir. Aunque a veces se asocia con antojos o falta de voluntad, en realidad existen varias razones físicas y emocionales que explican por qué el apetito aumenta cuando cae la noche.

El reloj biológico y el apetito nocturno

El cuerpo humano funciona con ritmos internos conocidos como ritmos circadianos. A lo largo del día, las hormonas que regulan el hambre y la saciedad cambian su comportamiento. En la noche, especialmente después de un día largo, el cuerpo puede aumentar la sensación de apetito como respuesta al cansancio y a la necesidad de energía, incluso si realmente no la necesita.

Comer poco durante el día

Una de las causas más frecuentes del hambre nocturna es no comer lo suficiente durante el día. Saltarse comidas o consumir alimentos poco nutritivos provoca que el cuerpo reclame energía más tarde. Cuando llega la noche, el cerebro envía señales intensas de hambre como mecanismo de compensación.

Estrés, ansiedad y hambre emocional

El hambre nocturna no siempre es física. Muchas veces está relacionada con emociones acumuladas durante el día. El estrés, la ansiedad y el aburrimiento pueden generar un deseo de comer como forma de alivio emocional. En estos casos, el hambre aparece incluso después de haber cenado.

Falta de sueño y desajustes hormonales

Dormir poco o mal altera hormonas clave como la grelina y la leptina, que regulan el apetito. Cuando el descanso no es adecuado, la sensación de hambre aumenta, especialmente en la noche, y suele inclinarse hacia alimentos altos en azúcar o grasas.

Qué hacer cuando aparece el hambre nocturna

Identificar si el hambre es real o emocional es el primer paso. Mantener una alimentación equilibrada durante el día, incluir proteínas y fibra en la cena, reducir el estrés antes de dormir y establecer horarios regulares de sueño puede ayudar a disminuir estos episodios. En algunos casos, una merienda ligera y saludable es suficiente para calmar el apetito sin afectar el descanso.El hambre nocturna es una señal del cuerpo que merece atención, no culpa. Escuchar lo que ocurre durante el día suele ser la clave para entender lo que pasa cuando llega la noche.