Izq a der.: Eric Idle, Graham Chapman, Michael Palin, John Cleese, Terry Jones y Terry Gilliam.
Como podemos ver, Eric Idle ya era hipster.
El beatle George Harrison, que ayudó a financiar "La vida de Brian", diría de ellos que innovaron con rebeldía, al igual que hiciera su grupo en la música. La colaboración entre los futuros Python comenzó cuando Jones y Palin se conocieron en Oxford y Chapman, Cleese e Idle en Cambridge. Desarrollarían un humor surrealista y culto al mismo tiempo, impregnado de su propia formación, que iba desde la Historia hasta las leyes o la música.

Pero ¿cuál es la grandeza que se alcanza cuando el humor llega a tomar forma en momentos como este, en una entrevista tras la defunción de Chapman?
Gilliam, el único Python no nacido en Gran Bretaña, realizaba las famosas animaciones aparecidas en la serie y largometrajes de los Monty, además de encargarse de los papeles más breves y, sin embargo, grotescos. Gilliam continuó su carrera cinematográfica con obras de culto como "Brazil", Las aventuras del Barón Munchausen", "El rey pescador", "Doce monos", "Miedo y asco en las Vegas" o "El Imaginarium del Doctor Parnassus", entre otros (además, supuestamente tiene entre manos un proyecto para adaptar "Buenos presagios", novela de Terry Pratchett y Neil Gaiman).
Pero las figuras de los diferentes Montys han alcanzado fama diversa tras el fin de la actividad del grupo. Está claro que Cleese ha destacado (no solo en altura) sobre el resto por sus apariciones en cine y TV internacional, y que Idle también ha sido uno de los más reseñados por sus creaciones musicales (llegando a participar en la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de Londres de 2012.
Los caballeros de la mesa cuadrada reunidos.
La palabra spam, tan utilizada hoy en día, no fue creada por los Monty en el estricto sentido de la palabra "crear", mas sin embargo sí le otorgaron el significado que hoy en día tiene gracias a un grandioso sketch.
"El gobierno llevaba trece años en el poder, y su eslogan era 'Nunca habéis vivido como ahora', y cuando Peter Cook imitó a Harold MacMillan lo ridiculizó y lo tildó de superfluo y carca, por lo que ya nadie pudo tomarlo en serio. En ocasiones la sátira es así de poderosa" (Eric Idle hablando sobre una de sus influencias, el humorista Cook, cuando ridiculizó al Primer Ministro McMillan).
Aquí queremos lanzar una reflexión que creemos que es muy importante. El humor, en cualquiera de sus formas, ha sido utilizado para reflejar la sociedad con una precisión increíble. Las sátiras existen desde hace mucho tiempo, y ya Aristófanes era un maestro del asunto que expuso temas comunes, la vida cotidiana y no los temas elevados del drama, frente al público, con obras impecables sobre política y plutocracia, como es el caso de "Pluto", donde reflexiona sobre el reparto de la riqueza. Atacaba con mordacidad a los dirigentes de Atenas, y realiza así una crítica que no se escaparía de ser tildada de vulgar, pues no sentaba bien a las clases dirigentes.A lo largo de la Historia ha sido la comedia la encargada de ofrecer al público una visión más nítida de su realidad, allí donde otros géneros han fallado. Quizá porque el manto del humor ofrecía una excusa frente a la autoridad, quizá porque los cómicos están más dispuestos a exponer, con pelos y señales, los defectos de la sociedad en la que se insertan.
"El Satiricón" (Petronio), las obras de Juvenal, el Lazarillo de Tormes, "El diccionario del diablo" (Ambrose Bierce), Valle-Inclán, "Rebelión en la Granja" (Orwell), la películas "Dr. Strangelove" (Kubrick) o "Uno, dos, tres" (Wilder), las revistas El Papus, Charlie Hebdó o MAD, el programa "Polònia", las revistas El Jueves, Orgullo y Satisfacción...
La lista es interminable, y esperemos que el humor y la crítica social también lo sean.
Los Monty Python quisieron imitar la Historia y han terminado por hacer Historia.