A la hora de encarar un nuevo proyecto debes tener en cuenta que es difícil que puedas cumplir tus expectativas temporales. Y no tiene que ser porque no tengas experiencia o porque no haya mucha organización o porque tomes malas decisiones, que también puede ser, sino porque hay un elemento psicológico que concluye que todo se alargará más de lo previsto. Alex Tumbull es fundador y CEO de Groove y ha tratado este tema en su web dando las razones por las que siempre nuestros proyectos tardan más en salir delante de lo que hemos previsto.
La primera de ellas es que no podemos controlar todo. Esto se refiere a que si tenemos un equipo de seis personas suceden hechos que no se pueden prever como que alguien se ponga enfermo o que sea su hijo el que no se encuentre bien y tenga que ir a cuidarle, que haya tareas del día a día que no nos permitan trabajar sólo en el proyecto o que se caiga el servidor y no puedas seguir trabajando, entre otras opciones. No lo puedes controlar. Todo ello hace que vayamos acumulando horas y días de retraso.
La segunda es que difícilmente todos tus trabajadores serán hiperactivos que estén trabajando exclusivamente en el proyecto, sin descansar y sin distracciones. Lo puedes intentar, pero debes saber que no son muchas las personas capaces de rendir al 100% durante ocho horas seguidas y continuadas. Habrá tiempos de descanso, llamadas por teléfono, momentos de distracción, etc... Más horas, más días, más semanas de retraso.
El tercer punto se refiere a la honestidad. Afirma Tumbull que algunas empresas ponen 40 puntos semanales a desarrollar por sus empleados en una semana. Un punto por cada hora de trabajo semanal. Lo cierto es que su experiencia es que pocos o ninguno cumplía los 40 puntos semanales y la media estaba alrededor de 30. No es que no sean honestos ellos, es que debes contar con que surgen cosas. Debes ser honesto tú para tenerlo previsto.
Con todo esto, el articulista estima que siendo realista será mucho más eficaz, las cosas tardarán más tiempo del que piensas en ponerse en marcha, pero saldrán. Puede que tú, empresario, le dediques a tu negocio todas tus energías, pero lo cierto es que es difícil que tus empleados también estén tan implicados en llevar este proyecto al día. Con todo esto no quiere decir que no vaya a salir, sólo que tardará un poco más y deberías tenerlo en cuenta. De hecho, una cosa interesante es presentar un proyecto con un calendario, pero tener una opción B que sólo conozcas tú, en la que valores la posibilidad de que el trabajo será más lento y alargues el tiempo de proyecto. Sería más realista, pero no hace falta que los trabajadores lo conozcan para que no se relajen.
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