Por qué tu blog necesita un cambio editorial

Publicado el 06 agosto 2014 por Lorena White @lorenagwhite

Puede que no lo hayas notado, pero tu blog ya no es el de antes. Has desviado la atención de tu objetivo inicial y ahora pones el foco en temas que no te motivan lo suficiente. Como eso se nota en tu redacción, tus lectores han dejado de valorar el contenido que publicas como lo hacían antes y apenas tienes estadísticas que te levanten la moral. Además, has dejado de lado muchos proyectos que tenías en mente para tu blog, porque has perdido la ilusión por verlo crecer y tu trabajo del día a día. Sin embargo, este panorama tiene una solución anterior al cierre definitivo de tu bitácora, ¿por qué no te planteas un cambio editorial?

Puesto que te gusta escribir, ten claro que aunque cierres tu blog, ése con el que llevas tiempo pero que ya no sabes si te gusta, volverás a abrir otro. Quizá hables de otros temas o intentes una nueva fórmula, pero te prometo que acabarás por crear otro espacio en el que despachar tus pensamientos. La gente inquieta somos así. Sin embargo, antes de crear otro blog desde cero, con el trabajo que eso supone y el volver al proceso de darlo a conocer para que la gente lo lea, puedes probar a cambiar ciertos aspectos de tu blog actual, hacerle un lavado de cara, un cambio de imagen, en forma y fondo e intentar que la ilusión por escribir en él, vuelva a ser la de antes.

1. Elabora una lista de aquellas cosas que ya no te gustan de tu blog: y no vale decir “ya no me gusta nada de tu blog”. Intenta concretar si es un problema de diseño, de contenidos, de motivación personal o de todo a la vez.

2. Ahora elabora una lista de cosas que te apasionen y de las que no te importaría hablar, a pesar de que esa no sea la temática principal de tu blog.

3. Después, tómate un respiro: muchas veces confundimos la saturación con la falta de ilusión. Tener un blog es un trabajo de constancia y de constante innovación personal y a veces, como en cualquier tarea o proyecto, podemos llegar a sentirnos agobiados.

4. Plantéate qué quieres conservar de tu antiguo blog: repasa entradas antiguas, sobre todo de aquellas con las que disfrutaste escribiendo, y elabora una lista de cosas que te gustaría mantener.

5. Borra lo que ya no te valga: no tengas miedo a borrar aquellas entradas que escribiste sin ganas, que trataban sobre un tema que era popular pero que a ti ni te importaba, aquellas que sólo escribiste por rellenar espacio y las que no se corresponden en nada con tu personalidad y la identidad de tu blog.

6. Cambia el diseño: prueba a darle un nuevo estilo a tu blog. Si lo tienes alojado en Blogger, esto será mucho más sencillo que si lo tienes en WordPress pero te advierto, por experiencia, que a veces no hacen falta grandes cambios, sino pequeños detalles.

7. Cambia el título: quizá el título que en su día le pusiste a tu blog ha dejado de gustarte, ya no te identificas con él o siempre quisiste cambiarlo. ¡Éste es el momento!

8. Comienza de nuevo: con la ventaja de que tu blog y tú seguiréis siendo reconocibles para la audiencia que ya habías logrado cosechar. Comienza la nueva era con un post en el que presentes a tus lectores todas las novedades, los temas de los que seguirás hablando como al principio y los nuevos que incorporas.

9. Cambia tu estrategia: cambia tu manera de posicionarte en las redes sociales, modifica la apariencia de tus perfiles y anuncia a bombo y platillo tu nueva identidad como blogger. Innova y busca nuevas vías para comunicarte con tus lectores como una newsletter o una sección para debates.

10. No te agobies: un nuevo comienzo no deja de ser eso, un comienzo. Y tienes que tener paciencia contigo y con tus nuevos contenidos. Te aconsejo que fijes unos días de actualización y que cumplas esos objetivos, para poder planificar tus posts con un poco de antelación y no quedarte nunca en blanco.

Y ante todo, recuerda que a veces no se trata de cambiar el objetivo, sino de tener un plan B ;)