Por qué tus hijos roban

Por Puraco

No es algo muy frecuente pero, en algunos casos y, en especial, en algunas edades determinadas, hay niños que tienden a quedarse con cosas que no le pertenecen. Antes de acusar al pequeño de un hecho que puede traer consecuencias diversas, debes de conocer las razones de por qué tus hijos roban. Sin embargo, antes de preocuparte en exceso por este tema, debes pensar que se trata por lo general de un problema de conducta o de una carencia del tipo emocional que, una vez localizada y subsanada, suele desaparecer.

 Así, es algo un tanto habitual que los niños con edades comprendidas entre los tres y los cuatro años se queden con algunos de los juguetes de sus amigos o compañeros de clase. A esta edad, los pequeños todavía no han aprendido a distinguir el concepto de pertenencia y de ahí que se queden con consas que no son suyas. Sin embargo, y a medida que van creciendo, los niños suelen aprender este concepto sin problema alguno y aprenden a respetar las normas y lo ajeno.

Para saber por qué tus hijos roban es necesario que los padres tengan en cuenta una serie de factores que, como hemos dicho antes, por lo general, se pueden solucionar. En la mayoría de los casos en los que los pequeños roban se trata de una simple llamada de atención. En el caso de que los padres sean muy severos o demasiado protectores, el robo se produce como válvula de escape de ese entorno que está agobiando al pequeño.

Consejos ante esta situación

 Si has detectado que tu hijo roba, una de las primeras cosas que debes evitar es la de castigar de una forma demasiado desmesurada o severa a tu hijo por esta falta. Si lo haces, lo único que probablemente consigas es profundizar aún más en el problema y sólo le dejarás el mensaje de que robar está mal.

Para lograr que tu hijo deje de robar debes de hacerle entender lo que ha hecho. Procura evitar transmitirle la sensación de haberte decepcionado, o de que haya perdido el amor de sus padres por aquello que ha hecho. Nuestra misión como padres ante un problema de estas características es tratar de asegurarnos por todos los medios de que devuelva aquello que ha robado.

Debemos insistir en que el pequeño ha cometido un error a través del diálogo. También debemos hacerle entender la importancia de que pida disculpas y que realmente sienta lo que ha hecho, considerándolo algo negativo e irrepetible de cara al futuro.