¿por qué ya no escribo relatos?

Publicado el 13 octubre 2014 por Wig
Un día, alguien que es un buen escritor me dijo que un tenía gran talento como para llegar ser un buen escritor. Entonces, supe, que jamás llegaría a ser ni siquiera escritor. Que si tenía que pulir el estilo; que si tenía que buscar temas con más justicia poética (mis personajes siempre son perdedores y macabramente maltratados); que tenía que ceder al lector...que tenía que definir una misma línea de estilo literariamente correcta, un vocabulario acorde y un léxico concreto. Que si a veces parecía disléxico. Que si el hipérbato era del siglo XVII; que no iba a inventar nada nuevo. Que tenía que respetar la linealidad de los tiempos porque la  estructura se hacía casi inteligible (precisamente esa era la idea). Que los lectores quieren optimismo y esperanza en los escritos. Que la distopia de los Hippies ya no vendía. Que si las comas no pueden estar a "kilómetros" de distancia, que uno le falta el aire. Que mis escritos no tenían estructura (esa era la idea) aparente y que se necesitaba un esfuerzo para entenderlas...etc, etc. (que a veces no hay por donde cogerme). Y sobre todo, que jamás me publicarían bajo esas premisas. O cambiaba -él dijo evolucionar- o... dedícate a otra cosa.  Entonces, me di cuenta. El talento es una mierda. Y por supuesto no le hice ni puto caso por mucho renombre que tuviera y tiene. Es más, me reí de soslayo, como se díce, porque me di cuenta de que había llegado a ser un gran escritor por causas que no están relacionadas con saber escribir. Vendía y vende. Esta anécdota es una parodia para el día después del de la Hispanidad como le llaman esos puristas que no dejan que el lenguaje evolucione y negaban hasta nace no poco que la diversidad literaria del español  se fragua en medio mundo de habla hispana y no por las directrices de unos renombrados que ocupan "silloncitos" con letras y que pretenden contener más que expandir las posibilidades del idioma (aunque ya hay muchos que empiezan de disentir). La evolución del lenguaje se haya en el mestizaje de todas las variables idiomáticas  del mismo idioma, y el español, es "El Dorado".
En verdad, aunque la anécdota es cierta y ocurrió hace ya mucho tiempo, no escribo relatos porque no me apetece.