Por romanticismo conservamos objetos feos, inservibles, que nos evocan el pasado, una persona, un viaje, unas vacaciones, un trabajo, una casa en la que vivimos... El mundo digital nos lleva a conservar también recuerdos de unos y ceros, música, fotos, películas, series, documentación que no volveremos a leer nunca, la basura digital inunda los discos duros del planeta y es que en el fondo somos unos románticos. Bueno, también hay mucho Diógenes por la vida, pero ese es otro tipo de conservación de cosas.
Por romanticismo no tiramos ese par de calcetines que nunca usamos pero que nos recuerdan aquel viaje. En tercero de carrera me fui a Londres con un grupo de amigos y me compré unos calcetines súper molones con el dibujo de un gallo y la frase "Look at my cock”. Pasó un tiempo hasta que entendí el doble sentido de la frase y dejé de usarlos, pero siguen en mi cajón de los calcetines. Cuando los miro la sonrisa me sale sola, qué pardilla.
Por romanticismo no borramos del iPod esa lista de música caduca que ya nunca escuchamos pero que cada vez que la vemos nos evoca a una época bonita A mí me pasa con una lista con canciones de Rosana que ha pasado de dispositivo en dispositivo a lo largo de los años, a día de hoy no me atrae nada volver a escucharla, pero solo verla me recuerda cuando compartía piso de estudiantes y me la ponía una y mil veces y hacía como que cantaba delante del espejo barroco que había en mi habitación mientras esperaba que mi novio pasara a recogerme.
Podría seguir, en el fondo soy una romántica :-) ¿Y tú? ¿Qué conservas por romanticismo?
Feliz Septiembre a todos